Laura Fa ha tenido algún que otro roce con Kiko Hernández. La colaboradora se ha sentado junto a Nuria Marín y Kiko para hablar de su relación e intentar solucionar sus diferencias.
Kiko piensa que Laura es una colaboradora secundaria y no principal: "Cada uno elige el papel que quiere afrontar en 'Sálvame'. Los protagonistas tienen muchos más problemas que los secundarios". En relación a esto, Nuria le ha dicho considera que ha habido momentos en los que le ha faltado valor, y Laura ha respondido que hay veces que siente que no debe opinar por temor a las consecuencias: "Cuando vas perdiendo seguridad ya no hay una explicación objetiva".
La colaboradora confiesa que ha intentado hablar con Kiko sobre las cosas que no le sientan bien del colaborador, sin embargo, no lo ha hecho por no darle una magnitud que no es: " Con Kiko no tengo esa cercanía, es un poco distante en general". El colaborador al escuchar las palabras de su compañera le ha respondido muy serio: "Tú misma te has creado esa distancia".
Pese a que parece que hay no muy buen rollo entre ambos, Kiko le ha querido pedir perdón por si le ha sentado mal algo de lo que haya dicho: "Te lo digo de verdad, con el corazón en la mano y mirándote a los ojos. Mi intención no es hacerte daño". Y es que el colaborador piensa que Laura tiene una imagen equivocada de él y dice que le da mucha pena tener que llegar a esta situación: "Esto demuestra que no sabemos hablar entre nosotros".
Antes de comenzar el programa, la colaboradora se ha ido con Cristina Soria a hacer una sesión de coaching en la que ha hablado sobre su relación con Hernández. En la intimidad con la coah, Laura confiesa que cuando ve a Kiko pierde toda la seguridad que tiene:"Él ya tiene su personajillo para hacer esas bromas que no me hacen gracia y que me parecen muchas veces demasiado humillantes". Además, piensa que Kiko se esconde algunas veces de lo que dice excusándose en el pinganillo.
Mientras Kiko veía el vídeo de la sesión de coaching ha estado en todo momento con una cara muy seria y negando con la cabeza las palabras que iba diciendo su compañera. Nada más terminar le ha dicho: "Nunca he sido tan cobarde decir una cosa en plató y luego quitarme la mierda de encima diciendo que me lo han dicho por el pinganillo". Para terminar con el mal rollo el colaborador le ha querido dar un consejo, ser ella misma, quitarse los lastres y decir las cosas "sin pensar en las consecuencias".