Kiko Matamoros ha sido intervenido para colocarle un catéter interno: “Todo ha salido bien”
El colaborador se sometió a una operación para extirparle la vesícula que luego tuvo complicaciones
Kiko Matamoros ha pasado por el quirófano por tercera vez este verano. El colaborador de ‘Sálvame’ ha tenido que someterse a esta pequeña intervención para colocarle un catéter interno y solucionar así la fuga de bilis que sufría.
Todo empezó cuando le operaron para extirparle la vesícula. Tras sufrir problemas de obstrucción por cálculos biliares, decidieron someterle a esta intervención que, sin embargo, se complicó.
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Tras ser dado de alta, Kiko Matamoros tuvo que ingresar de urgencias, primero por una pancreatitis aguda y luego por una infección que le afectó al hígado, el páncreas, el bazo y hasta la sangre.
El tratamiento con antibióticos no fue suficiente y tuvieron que colocarle un drenaje externo para sofocar la infección. Le fue bien, el colaborador fue dado de alta y pudo marcharse de vacaciones con su chica pero, a su regreso, comunicó que tenía que ser intervenido de nuevo para colocarle un catéter interno a consecuencia de esta infección.
Las cámaras captaban el momento en el que Kiko, acompañado por su novia Marta, acudía al hospital y decía estar "esperanzado" aunque "poco animado" ya que son muchas las semanas y las intervenciones. Horas después, su chica comunicaba que el colaborador había salido de quirófano y todo había salido "bien".
Sus hijos también han hablado ante las cámaras del estado de salud de su padre. Laura nos contaba que tiene ganas de "comerse la vida" pero le es difícil pensar de nuevo en el proceso de una operación: "Está muy delgado, en persona el cambio es más drástico".
Por su parte su hijo mayor, Diego, nos contaba que todo está bien y que todos sus hijos están apoyándole, aunque aquí no incluía a su hermana menor, Anita: "Eso no lo sé pero todos los que yo conozco sí".