Kiko Matamoros continúa ingresado tras acudir de urgencias al centro donde le extirparon la vesícula. Al parecer, probablemente la cirugía le ha provocado la pancreatitis aguda que está sufriendo y que le provocó el intenso dolor que le llevó a urgencias.
Y hay buenas noticias, las analíticas muestran una gran mejoría y es que la enzima que se había disparado, ya está en niveles casi normales: de 1000 ha pasado a 90. Por eso, aunque se preveía que el ingreso durara diez días, podría recibir el alta a principios de la próxima semana.
Eso sí, sigue sin comer ni beber nada, se alimenta a través de una vía y tendrá que ir introduciendo líquidos poco a poco. Por el momento es buen paciente “porque no se queja nada” pero lo de la obediencia es otra cosa: “Para hacer lo que le mandan los médicos un poco más regular”.