Kiko Matamoros sorprendió a todos con su último PoliDeluxe en el que desveló que consume sustancias, que han intentado matarle y que si tuviera que hacerlo, desheredaría a su hija Anita para que así no se beneficiaran su madre, Makoke, y su hermano, Javier Tudela.
24 horas después, el colaborador de ‘Sálvame’ nos cuenta que salió “convencido” de lo que había hecho. Cree que es algo “necesario” e “higiénico” porque no está dispuesto a que nadie le atemorice: “A mí no me van a callar con amenazas ni con historias que llevo un par de veces escuchando”.
“Me conocen poco, parece mentira que habiendo convivido 20 años conmigo me conozcan tan poco”, se quejaba el colaborador, apuntando que ve una “connivencia” entre las tres partes que han intervenido en el conflicto, con lo que quiere dejarle claro al público “cuál es la naturaleza de esta señora y para demostrar que la mentirosa es ella”. Además, les acusa de “difamarle con saña” aunque con una estrategia “mal empleada”.