Kiko Hernández está impactado con lo narrado por Rocío Carrasco en el último episodio de ‘Contar la verdad para seguir viva’. Se refería al episodio en el que Rocío descubrió que su hijo se había roto un brazo y no lo habían llevado al médico: “Una de mis hijas se rompió un brazo, tardé 15 minutos en ir al hospital y fueron los peores de mi vida”.
En su relato, Rocío Carrasco aseguró que un domingo por la noche esperaba que sus hijos vinieran de estar con su padre pero se retrasaban. Finalmente llegaron, pero enseguida notó que a David le pasaba algo porque tenía un enorme bulto en el brazo.
Fue su hija la que le explicó que se había caído de una litera, pero no le habían llevado al médico y el accidente había sucedido dos días antes. Impactada, Rocío llevó al niño a urgencias donde, tras una radiografía, determinaron que el menor tenía el brazo roto “por la mitad”.
Por ello, Rocío acudió al juzgado de guardia y puso una denuncia contra el padre de sus hijos por “negligencia” en los deberes de custodia. Sin embargo, poco después retiró la demanda.
Kiko Hernández se sentía especialmente impactado por esta historia dado que una de sus hijas se rompió un brazo: “Tardé 15 minutos en llevarla al hospital y se me caían unos lagrimones, esos quince minutos fueron los peores de toda mi vida, no me imagino el dolor de ese niño con ese brazo roto y un padre que pasa de ese dolor, no lo entiendo, en mi cabeza no cabe”.