Llevábamos sin verle desde el 18 de marzo, el último día que fue a ‘Sálvame’. Desde entonces, el colaborador no ha salido de casa para nada y nos cuenta que él está agradecido porque tiene una casa grande, con un jardín del que puede disfrutar y está acompañado de su familia.
Además, viéndole el lado positivo a la tremenda situación del confinamiento por el coronavirus, nos ha explicado que la parte buena es poder pasar más tiempo con los niños: “Mis hijas tienen tres años y nunca había estado tanto tiempo con ellas”.
Además, convive con más miembros de su familia y nos cuenta que ha aprovechado para hablar con ellos y tener charlas que nunca había surgido: “Ha habido conversaciones que no había tenido en la vida”.