El día en que Julia Janeiro, primera hija en común de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, hizo 18 años se convirtió en objeto de los medios de comunicación. Sin embargo, desde el primer día ha sido observada y se ha visto metida en más de una polémica.
La mayoría de edad le pilló en Madrid y la primera vez que la vimos fue del brazo de su novio, Brayan Mejía, y luciendo un ajustadísimo vestido negro. Juls, como así le gusta que la llamen, guardó un escrupuloso silencio. Sin embargo, pronto empezó a hablarse de la joven: de su vida, la relación con sus padres, sus amigos, novios, por qué no vivía en Jerez con Jesulín y María José...
Su look y estilo generaron la polémica de inmediato y Belén Esteban defendió en directo en 'Sálvame' a la hermana de su hija: "Puede ir con las uñas y la ropa que le dé la gana, tiene 18 años, criticar eso me parece vergonzoso".
Sin embargo, no todo fueron buenas palabras y es que Belén, viendo que Jesulín había acudido a Madrid a visitar a su hija Julia, no entendió que no hiciera lo mismo con la mayor, Andrea: "La parte que a mí me toca está acostumbrada", decía Belén.
Lo que tampoco entendió Belén es que el diestro pagara los estudios de su segunda hija y no de la primera...
Pronto empezaron a alzarse otras voces, como las de las antiguas compañeras de clase de Juls. Kiko Hernández fue el primero en hacerse eco de ellas y es que, según los testimonios que le transmitía, en clase podría haber "abusado" de ser "hija de": "Una chica dice que le llegó a meter la cabeza dentro de un váter”.
Pero hubo más informaciones y más preocupantes. Según el testimonio recibido por Kiko Hernández, un día de Reyes, Juls y un amigo habrían estado en un centro comercial, en concreto, en un lugar de venta de "bebidas espirituosas" y, al parecer, algunas habrían acabado "en un bolso": “Sí, a mí me han dicho que pasó la noche en un calabozo”.
Quien sí tomó la palabra en directo fue Claudia, una amiga de Julia, que la acusaba en el terreno amoroso: "Me ha decepcionado porque se ha ido con mi primo amor, mi todo". De hecho, contaba que durante un tiempo se lo ocultaron.
Mientras tanto, Julia se mantenía en silencio y con actitud tímida tan solo decía "gracias" ante las cámaras. Eso sí, ha ido intensificado su actitud en redes sociales y no duda en contestar a algunos haters en directo. "¡Qué pesada, deja el gato!", le decía; "pues no me apetece", respondía ella.