Una foto del hijo de Jesulín de Ubrique está generando la polémica dado que aparece con una escopeta, aunque abierta y sin cartuchos. Además, el diestro posa con él y con su mujer junto a su grupo de caza y todas las aves capturadas.
En ‘Sálvame’ hemos hablado con Javier Urra, que fuera defensor del menor, que destaca que ellos como otros en otros casos son padres que lo hacen “por cariño” pero “se equivocan” y es que se trata de actividades “de riesgo” y que por tanto son “inapropiadas” para los niños. “No puede pasar nunca nada bueno”, insiste Urra, que recuerda: “Ya tenemos hechos desgraciados”.
Pero ¿Afectan este tipo de experiencias? Según su criterio, puede “dañar la maduración” de la personalidad del niño dado que con ciertas edades no se está preparado para entrar en contacto con actividades que no entienden y que cuyos riesgos no pueden anticipar.
“Las armas exigen una madurez, tan es así que requieren un reconocimiento psicológico, a los niños hay que protegerles en la etapa de la infancia”, nos ha explicado Javier Urra, añadiendo que a los 16 años es una edad muy marcada en la que se empiezan a entender los riesgos que este tipo de actividades conllevan. “Antes me parece que no deben tener acceso ni contacto con las armas”, concluía.