Parecía que María Lapiedra iba a convertirse en una de las estrellas de 'Supervivientes' pero, más bien, ha pasado desapercibida. Su actitud, su ausencia y su abandono hizo que muchos le consideraran "una seta" en el reality y, tras su regreso a 'Sálvame', el programa ha decidido convertir a su chico, Gustavo González en su gnomo.