Gustavo González está harto. Así podría resumirse la situación emocional del colaborador en ‘Sálvame’. Después de que se hiciera público que él era el traidor que estaba detrás de las fotos personales de Kiko H. entrando en su casa, los dardos y las críticas tienen como diana segura al novio de María Lapiedra. Pero Gus no puede más: “Estoy cansado de todo esto”. Se siente “indefenso”, “impotente” e “inseguro” y cree que la fijación de sus compañeros ya sobrepasa los límites: “Solo falta que digan que soy el toro que mató a Manolete”