Cristina Soria ha visitado ‘Sálvame’ para analizar la actitud de Gustavo González tras salir a la luz su traición a Raquel Bollo. Según cuenta la coach, el colaborador asumió el papel de víctima desde el inicio del programa cuando aún no se sabía quién era el responsable de facilitar la información: “Según se va avanzando en la información, él está cada vez más nervioso”. El colaborador, según ha contado Cristina, en todo momento lleva un rol muy interiorizado: “Yo creo que se siente solo y no se siente acompañado”.
"Debería trabajar en su propia autoestima y en su seguridad", ha dicho Cristina. Y es que, cuando se desvela el nombre de la colaborada a la que ha traicionada, Gustavo "sufre" y se muestra con "rabia". Según Soria, entró en un bucle con sus argumentos y podría haberlo explicado perfectamente e incluso, sus compañeros hubieran entendido. Además, mientras Raquel Bollo se veía cada vez más respaldada, el ánimo de Gustavo se minaba aún más.