Anabel Pantoja protagonizó uno de sus mayores cabreos contra ‘Sálvame’. En Canarias tras ser operada de una fractura de peroné, la colaboradora se negaba a intervenir en directo en el programa vía Skype porque había vuelto a caerse por la mañana y estaba preocupada.
Sin embargo, en la llamada descubríamos que lo que temía en realidad era meterse en el conflicto de su tía y su primo, Isabel Pantoja y Kiko Rivera, por las consecuencias que podría tener para ella.
Además, se quejaba de que los colaboradores le dan a ella los golpes que le quisieran dar a su familia, les insultaba llamándoles “hijos de…” y se quejaba de que otros acotan los temas de los que se hablan como en el caso de Belén Esteban con su hija. Y esta alusión dolió profundamente a Belén, que se considera su amiga, y se fue de plató.
24 horas después, ‘Sálvame’ debate sobre lo sucedido con la colaboradora y Kiko Matamoros la llamaba “vaga de siete suelas” ya que no entiende que se niegue a hablar de su familia, uno de los motivos por los que fue contratada.
Y Mila Ximénez le recuerda que participa poco en los temas que no le afectan directamente: “Se curra poco el programa, no quiere hablar de su familia pero sabe que está aquí por su familia”. La colaboradora le exigía más respeto y que no se dirija a ellos llamándoles “estos”: “Si no te sientes integrada, estoy de acuerdo que hay gente que se ha sentido así y se ha ido”.
Lydia Lozano ha hablado con Anabel y nos transmite que ha arreglado las cosas con Belén y se quejaba de lo mucho que la estaban criticando en redes sociales: “No puede decir que no va a entrar por 600 euros”.
Pero Anabel le insiste en que lo está pasando muy mal: se está quitando el problema que tiene con las pastillas para dormir, a lo que se suma el conflicto familiar y la fractura que la tiene aislada en Canarias.