Chiqui anunció su separación y confesó, entre lágrimas, que ha vivido unos años muy duros junto a quien ya es su exmarido, Borja Navarro. La exconcursante de ‘Supervivientes’ nos ha visitado en ‘Sálvame’ y, tras ver las imágenes que resumen cómo ha sido su relación, no podía evitar las lágrimas: “Siento mucha pena”.
Se queda con lo mejor, sus dos hijas, pero reconoce que debería haber roto su relación mucho antes, en concreto, cuando se enteró de la primera deslealtad de Borja, noticia que le contó él mismo en directo mientras ella concursaba en el reality en Honduras.
Para ella, la infelicidad empezó nada más darse el ‘sí, quiero’: “Se volvió más machista, cambió su personalidad y estaba más metido en el móvil, el ordenador…” A todo esto se sumaron las deslealtades, lo que fue “minando” la relación.
A partir de ahí, se sucedieron “faltas de respeto continuadas” y, aunque no ha querido entrar en detalles, sí nos ha dicho que era cosas “que no se deben tolerar” y que ha puesto en manos de la justicia.
Además, nos ha narrado un momento muy duro. Cuenta que en el parto de su segunda hija, Borja estuvo en el hospital con ella pero no en el paritorio: “Entré sola a quirófano porque él se fue a comer, eso es lo que le importaba”. De hecho, ya había tomado una decisión: “Decidí hacerme una ligadura de trompas para no tener más hijos”.
Chiqui ha visitado el plató de 'Sálvame' para dibujar la curva de su vida y contar cómo fue su matrimonio. Tras unos inicios maravillosos, todo comenzó a torcerse tras su participación en 'Supervivientes' cuando Borja le fue desleal.
Tras su participación en el programa solo pensaba en el divorcio: "No lo hice porque me comió la oreja y me engatusó. No digo que toda la culpa la tenga él, porque yo también he tolerado cosas que no debía".
"No quería ni estudiar ni trabajar, el dinero lo llevaba yo a casa", ha explicado. Además, la relación con sus suegros era prácticamente nula, hasta el punto de que se enteraron por la televisión de su segundo embarazo cuando ya estaba de casi cinco meses.