Chelo Gª Cortés estalla contra la dirección tras ser perseguida por el Cobrador del Frac: “No me merezco este bochorno”
Kiko Hernández ha resuelto lo sucedido en directo en el bar de la polémica y ha dejado 2.5 euros de bote
Una sorpresa un tanto desagradable le esperaba a Chelo Gª Cortés a su salida del hotel: un señor con traje, sombrero y maletín negros. Era el Cobrador del Frac y ha seguido todos y cada uno de sus pasos no solo hasta Telecinco, hasta la misma redacción de 'Sálvame'.
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"¡Qué vergüenza!", se quejaba la colaboradora ya en la reunión con David Valldeperas, recordando a su director de que la gente tiene familia y estas cosas le afectan. Sin embargo, el cobrador le ha seguido durante todo el día con frases como "Doña Consuelo, tiene una deuda", "mi cliente quiere cobrar" o "nos veremos en los tribunales".
El origen del conflicto con Chelo Gª Cortés
Y todo por un 'simpa' de 2.5 euros: la diferencia entre el valor del cheque con el que Chelo pagó su menú del día en un restaurante cercano a Telecinco y el total de la cuenta. Sin embargo, según Kiko Matamoros, tomó alguna consumición más fuera de carta y no lo pagó. "No es un día, son todos los días, dame esto lo otro, tal, ella es así", nos ha dicho un testigo.
Lo que no podía ni imaginar es que este hombre no iba a separarse de ella en toda la tarde y ha acabado por estallar. “¡Váyase a su casa y déjeme en paz!”, le decía al cobrador, quejándose de haber aguantado “lo que no está escrito”. Finalmente, la colaboradora rompía a llorar y lanzaba un reproche a la dirección: “Esto es un sofocón ¡No me merezco el bochorno de esta tarde!”
La deuda de Chelo Gª Cortés, saldada
Se ha negado a pagar y mucho menos a ir al bar a resolver la cuestión, así que se ha ido en directo Kiko Hernández acompañado del resto de colaboradores. El presentador ha abordado en directo el tema con Serafín, el dueño, que ha negado la existencia de ninguna deuda: la diferencia entre el cheque con el que pagó Chelo y el total de la cuenta fue abonado por Antonio David Flores.
Así que el dueño no quería que le pagaran, pero Kiko Hernández tenía preprado el dinero y lo ha dejado de bote ¡Entuerno resuelto!