El último programa de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' arrancó en las alturas de Mediaset con el emocionado discurso de Carlota Corredera. La presentadora hizo balance en la azotea más alta de la cadena y lo hizo recordando que todo empezó como "una serie pequeña" una "terapia hecha tele", pero que los espectadores la habían hecho "grande".
Su intención era dar el "altavoz" que pidió Rocío para romper su silencio y, tras 12 episodios, se declaraba satisfecha y orgullosa. De hecho, la presentadora publicaba en su perfil de Instagram una foto en la que la vemos en las alturas de la cadena, sonriente y con un mensaje: "Ayer toqué el cielo con las manos, en lo más alto de Mediaset y rodeada del cariño y el oficio de los mejores profesionales de la televisión".
"Soy muy afortunada y doy las gracias cada día por mi buena suerte", continuaba diciendo la presentadora, que enviaba un mensaje: "Os sentí muy cerca. Anoche os sentí muy cerca a todas. Ser vuestra voz es también mi suerte. No os voy a soltar la mano, la de Rocío, tampoco".
Ya en plató, la presentadora daba las gracias a todo el equipo que se “volcó” con el programa: “Me hace muy feliz poder dar la cara por el equipo, empezar en esa azotea e ir corriendo a plató, gracias al regidor llegué sana y salva”.
Y es que se puso las zapatillas y las cambió rápidamente por los tacones a su entrada a plató: “Hubo un esfuerzo brutal y yo, de verdad, quiero dar las gracias porque es un lujo trabajar aquí”.