Cada día, Carlota Corredera lee comentarios en redes sociales criticando lo que se cree que Rocío Carrasco ha cobrado o no por su participación en el documental en el que ha roto su silencio. Por ello, la presentadora ha aclarado que Rocío pidió ayuda, un altavoz y fue la productora la que determinó la cantidad que debería recibir por su participación en el programa: "No hubo negociación".
La presentadora está comprometida no solo con Rocío, sino con todas las mujeres en su situación y quería recordar que Rocío pidió “ayuda” a la productora para encontrar el modo de contar su historia: “Quería salir de su pozo y la única manera que podía ayudarle de dar el paso, vivir y reinsertarse era contar su historia”.
“Mis jefes me han asegurado que ella jamás pidió dinero a cambio, pidió un altavoz, una manera de contar su historia sin que se la interrumpa ni se la cuestione”, añadía la presentadora, explicando que fue la productora la que determinó que se trataba también de un trabajo que tenía que tener una “compensación económica”: “Se le comunicó la cantidad a ella y no hubo negociación, ni a ella ni a Fidel”.
“Lo leo todos los días en las redes y no puedo más, lo que se haya pagado es un asunto de la productora, de Mediaset España y de Rocío Carrasco, lo que quiera hacer con ese dinero es asunto de Rocío Carrasco”, añadía la presentadora en ‘Sálvame’.
La presentadora ha acabado por desesperarse y es que para Kiko Matamoros, Rocío Carrasco ha dado un "portazo" a su hija, Rocío Flores. Cree que para la niña debe ser difícil aceptar el retrato que se ha hecho de ella y la presentadora se preguntaba por qué a la madre se la juzga de forma implacable y a la hija con comprensión.