Kiko Matamoros cree que para Rocío Flores tiene que ser costoso a nivel psicológico asimilar el perfil que se ha trazado de ella a raíz del testimonio de su madre, Rocío Carrasco. Y este comentario despertaba las dudas de Carlota Corredera, que no entendía que no se juzgue a las dos con el mismo rasero: no comprende que se sea “tan implacable” con la madre y tan comprensivo con su hija.
Así que la presentadora preguntaba a Kiko si, tras escucharla, no puede entender que Rocío tenga miedo de su hija, que sienta temor cuando la llame por teléfono y Kiko asentía: “Que tenga secuelas psicológicas sí y que tenga la incapacidad para coger el teléfono”.
“¿Entonces no sé cómo el puedes afear que no se acerque a su hija?”, se preguntaba Carlota y añadía poniéndose de rodillas y con los brazos en cruz: “¿Qué tiene que hacer, ponerse de rodillas y que la sigamos flagelando? ¿Qué quieres de ella?”
Matamoros negaba, no quiere nada, pero sí apunta que no ve en Rocío “ningún tipo de cercanía” con su hija: “Pero qué cercanía va a tener ¿Por qué no se la exiges a Rocío Flores?”; “por lo mismo que a ella”, respondía él.
Rocío Carrasco cree que su hija, tras escuchar su testimonio, sigue pensando igual y siendo la misma que en el año 2012, cuando sufrió la agresión. Y, para Kiko Matamoros, esta y otras declaraciones de Rocío supusieron un "portazo" para Rocío Flores.