Si Anabel Pantoja ha pasado unas vacaciones de ensueño en las aguas turquesas de la isla de Ibiza, su vuelta al trabajo no ha sido nada agradable. Primero, porque se llevó una decepción al saber el resultado de su test de inteligencia: un 92, cuando ella esperaba tener, al menos, un 102 de coeficiente intelectual y superar el de María Patiño.
Con este resultado, Anabel se pone al nivel de Viviana, una de las Mellis y es la segunda colaboradora menos inteligente del programa; pero, además, ‘Sálvame’ ha descubierto que la sobrina de Isabel Pantoja tampoco ha sido del todo sincera en los motivos que ha dado para explicar por qué su padre no irá a la boda que celebrará con el Negro en la playa de la isla de La Graciosa.
Anabel dijo que se va a casar “en la arena” y que su padre, que tiene movilidad reducida, no puede acceder bien a dicho lugar. Sin embargo, el programa se ha trasladado hasta las playas de tan bonita isla y ha comprobado que sí están adaptadas para este tipo de personas y la colaboradora ha dicho basta ya.
En principio, la tertuliana se ha ido del plató y estaba ya poniéndose las chanclas para marcharse. Pero luego, se lo ha pensado mejor y ha vuelto a su silla para dar la última explicación:
“Yo me caso en el sitio de mis sueños y mi padre no puede trasladarse hasta allí porque o puede. Quiere, pero no puede porque es una persona de riesgo (tiene diabetes) y es un viaje difícil para él, por el coronavirus y por todo y yo ya no tengo que dar más explicaciones. Después haremos con los familiares una fiesta en Sevilla”, ha dicho.