Anabel Pantoja cuestionó al equipo de investigación, les llamó “torpes”, se dirigió a ellos con mucho retintín por una investigación sobre sus “joyas” y hasta David Valldeperas tuvo que pararle los pies. 24 horas después, se negó a intervenir en directo dijo estar “hasta el c***” de las joyas, que le importaban “tres carajos”.
Atónitos, los colaboradores reaccionaban y María Patiño se mostraba “harta” de la “falta de profesionalidad” de su compañera y le recordaba que, si cree que el programa engaña, tiene una opción: “irse”.
No fue la única, Hernández la llamó “soberbia” y Matamoros cree que su actitud, mordiendo la mano que le da de comer, es de “torpes al cubo” y 24 horas después, Anabel regresaba a ‘Sálvame’ con la intención de pedir perdón.
“Yo no estoy bien, estas cosas se van acumulando y siento que a lo mejor no estoy en el sitio adecuado”, confesaba Anabel, a punto de llorar y es que le afectaron mucho las palabras de María Patiño: “Me hizo bastante daño, ayer fue muy duro porque se me dijo que yo no había trabajado”.
Patiño le respondía que aunque no tenga los mismos problemas que Anabel y su papel sea distinto, también paga un peaje por ser como es: “Hay un personaje que viene a hablar de mí cuando les molesta lo que yo digo, dicen cosas más graves de lo que tú has vivido aquí y nadie ha podido escuchar ni una palabra de mí, es el peaje que tengo que pagar por ser como soy y decir las cosas como las digo”.
Patiño no la considera “vaga” pero cree que no sabe cómo funciona un programa por dentro y el esfuerzo y horas de trabajo que supone para muchos que trabajan más horas y cobran menos dinero: “Estoy convencida de que piensas que aquí hay una intención de jorobarte la vida”.
Pero Anabel insistía en que su situación es diferente porque ella, cada día, se enfrenta a “una lucha” y es que ya no solo es la polémica en torno a su familia, es que siente que la cuestionan constantemente: “¿Qué hago yo en ‘Sálvame’? A lo mejor mi silla la puede ocupar otra persona”.
La colaboradora respeta la opinión de Patiño y la de todos, pero deja claro que aunque sabe que es una privilegiada lleva trabajando desde los 18 años y se buscó la vida: “No me he parado en mi casa ni me han dado nada gratis”.
Y Patiño se preguntaba por qué no se queda con lo bueno, con momentos cuando le han reconocido que es “un diamante en bruto”, que es generosa, buena persona, que ha conseguido más seguidores que nadie en ‘Sálvame’…
Kiko Jiménez pedía a Anabel que no se arrastrara porque no ha sido para tanto, la aludida le daba la razón y Patiño perdía la paciencia: “¡Estoy hasta los pies, los compañeros han matado por ti, te dan consejos a diario!”
Sin embargo, Anabel insistía: “¡Hay que hacer el programa como dice María Patiño, pues esto no es ‘Socialité’! sé que no soy santo de tu devoción pero soy tu compañera”. Además, reivindicaba que es soberbia, que le va en los genes y que intenta controlarlo, pero no siempre puede.