Anabel Pantoja estalló como nunca en ‘Sálvame’ tras un torrente de críticas que la tachaban de “vaga” y un enfrentamiento con Kiko Matamoros. “Estáis consiguiendo que esto me dé asco”, decía Anabel, que estuvo a punto de abandonar su puesto como colaboradora.
Sin embargo, lo peor del brote de la colaboradora llegó cuando las cámaras no emitían en directo pero sí grababan. 24 horas después, el programa nos ha mostrado lo que no pudimos ver de su mosqueo, en el que parecía decidida a abandonar.
“Todos los puñeteros días un examen de conciencia”, se quejaba Anabel, mientras bebía agua y escuchaba a Carlota Corredera, que le advertía: “Ni se te ocurra dejar el programa”. Valldeperas le recomendaba que tomara la decisión en frío y ella asentía, pero le dejaba claro: “Estoy hasta el mismísimo de que cada tarde se me juzgue por algo”.
“¿Si soy tan mala para qué c*** me contratáis?”, se preguntaba la colaboradora de ‘Sálvame’ entre gritos: “¿Tú sabes lo que es tenerlo yo asco a venir a Madrid?” Y Anabel no estaba dispuesta a permitirlo: “Yo quiero ser feliz con mi Negro porque me lo merezco, quiero ser madre el día de mañana y no quiero estar sufriendo”.
Así que se mostraba dispuesta a quedarse en su Pozo Izquierdo tranquilita: “No te preocupes que un plato en la mesa lo tengo teniendo a la Merchi”.
Ya en plató, la colaboradora asentía: no le gustan sus propias formas pero repetiría sus argumentos palabra por palabra. Además, nos ha desvelado que tras lo sucedido en plató sufrió un ataque de ansiedad.
Anabel Pantoja no puso condiciones sino que formuló deseos en 'Sálvame' y lo que menos podía esperar es que su mayor enemigo en plató iba a convertirse en el genio de la lámpara ¡Kiko Matamoros!