En cuanto ha entrado y ha visto a Belén Esteban esperándola, Anabel Pantoja no ha podido reprimir su emoción y se ha tirado a su cuello. Tras un efusivo saludo y un gran abrazo, Belén ha comenzado la entrevista con motivo de su nominación. La concursante ha explicado que cuando vio a Kiko Hernández la semana pasada, se quedó "muy tocada" por todo lo que le dijo de su familia: “Le vi muy serio pero le veía en sus ojos que estaba orgulloso de mí”.
También ha explicado el altercado con la comida que le llevó a ser sancionada: “Fue por supervivencia, por el ansia”. Respecto a este tema, ha contado que tiene momentos en los que lo pasa mal y le da por comer. Además, asegura que su entorno quiere que tome medidas en cuanto a su peso. En cuanto a su familia, se le ha quebrado la voz al hablar de ellos y pensar en si le estarán defendiendo: “Sé que están ahí apoyándome”. La concursante se acuerda mucho de ellos y asegura que eso le da fuerzas para seguir.
Pero dejando los sentimientos a un lado, Anabel sufrió hace unos días un “percance muy gracioso entrando al jacuzzi. Y es que, tras salvarse de la expulsión, hizo una promesa con el Maestro Joao y terminó enseñando, sin querer, los pechos: “Pero ¿se ha visto?”, le preguntaba a Belén entre risas pero algo preocupada.
También ha querido mandar un mensaje a sus compañeros del programa y se ha roto expresar su preocupación al pensar que no le estarían apoyando: “Me he acordado mucho de vosotros, os echo de menos, pero quiero quedarme aquí hasta el final por mi familia, por mí y por vosotros.