El apetito de Anabel Pantoja es tema de conversación habitual en 'El tiempo del descuento' y es que la concursante introdujo comida del exterior escondida en su maleta. Ella lo hizo por si pasaban hambre pero lo cierto es que ha sufrido un castigo: disfrazarse de salchicha...
No es la primera vez que le pasa, en 'Sálvame' la hemos pillado en muchas ocasiones. El objetivo de Anabel en su ‘Plan Pantoja’ era mejorar por dentro y por fuera. Quería bajar de peso y aprender a comer mejor, por ello, se sometió a una terapia con la coach del programa, Cristina Soria.
Fue entonces cuando confesó que, antes de someterse a una intervención para colocarle una banda gástrica, cometía grandes excesos de comida. Eso acabó, pero en el presente aún tiene este tipo de ansiedad ante el cansancio o algunas situaciones, como la soledad y el estrés.
Pepitator se convirtió en su entrenadora, pero en más de una ocasión se enfadó con su pupila porque ella misma le confesaba que se había saltado el entrenamiento y la dieta. Como en esta ocasión, se fue al carnaval de Maspalomas y, como ella misma le confesó, “volé”.
Y, para compensar, Anabel tuvo que pasar parte de la tarde en ‘Sálvame’ haciendo ejercicio en la elíptica y no cómodamente sentada en uno de los sofás.
Sin embargo, el castigo sirvió de poco ya que en otras ocasiones pillamos de nuevo a Anabel. En este caso, se saltó la dieta comiéndose unos deliciosos churros en una pausa publicitaria. “¿Te parece bonito con todo lo que yo estoy haciendo por ti?”, le reñía Pepi y le ponía a correr dando vueltas a plató.
No fue la única, el cabreo de Pepi continuó así que puso a todos los colaboradores a hacer sentadillas en directo. No sirvió de nada, su enfado fue a más cuando Anabel se subió a la báscula y todos supimos que había engordado 700 gramos en una semana.
No fue la única vez. Otra vez le pillamos comiéndose una tarta de queso (aunque ella decía que era de fruta porque llevaba frambuesa). Tan fea se puso la situación que la dirección de ‘Sálvame’ le dio un ultimátum: o se lo tomaba en serio o se acababa el reto.
Así que, convencida de respetarlo, Anabel se puso guapa y se fue a disfrutar a la Feria de Sevilla con su chico y su amiga Amor. Sin embargo, también le acompañaron las cámaras de ‘Sálvame’ y Cristina Soria. Todo parecía ir bien, iba a comer unas gambitas, nada de rebozados ni espirituosos…
Pero su amiga la dejó al descubierto: llevaba chocolate en la maleta. Ella se quejaba, hace todo bien, solo se da algún caprichito de vez en cuando y se excusaba: “Me estoy esforzando pero mi metabolismo es así”; “eres la reina de las excusas”, le respondía Cristina Soria.
El reto acabó, pero las ‘pilladas’ continuaron aunque en esta ocasión fue ‘involuntaria’. Kiko Hernández picó a Anabel metiéndose con su retoque estético, le decía que parecía un hámster y… una cosa llevó a la otra, acabó abriéndole el bolso y ¿Qué había dentro? ¡Chocolate!