'Sálvame' ha podido compartir media hora en exclusiva con Ana María Aldón. Laura Lago ha aprovechado su encuentro con ella en Barcelona para preguntarle sobre todos los asuntos que actualmente están sobre la mesa.
En primer lugar, la reportera se ha interesado por su estado: "Anímicamente voy tirando, voy sacando fuerzas porque no quiero caerme, no me lo puedo permitir", decía Ana María.
Pronto se le ha preguntado por el que, sin duda, es uno de los temas más importantes para ellos en estos días, la llamada de Ortega Cano a 'Viva la vida': "Jamás le he puesto en la tesitura de llamar para que se posicione, nunca le pediría eso", aclara.
Se dice que el diestro habría tomado la decisión de realizar esa llamada el domingo por la tarde tras haber visto a Ana María desolada en una habitación, pero ella niega que fuera así: "Yo no estaba con mi marido. Hubo de todo, hubo momentos de más malestar, pero él no me vio de ninguna manera".
La mujer de Ortega Cano insiste en que la separación no es una opción: "No, no sé de qué manera decirlo".
Por último, Ana María ha reconocido que hubo algo que no le gustó de esa llamada y no fue otra cosa que las declaraciones de su marido sobre su supuesta falta de medicación: "La verdad, me molestó un poquito. Porque yo no tomo medicación desde hace dos años, no viene a cuento".
El primo de Ana María Aldón, Francisco Javier, no duda en describir a la mujer de Ortega Cano como “interesada”, “borde” y “prepotente”. Además, Francisco Javier piensa que la relación “está acabada”, eso sí, por parte de Ana María, ya que “ella ya tiene nombre. Va de mosquita muerta, pero no lo es. Ella siempre ha sido muy aprovechada”. Una opinión sustentada por los comentarios de allegados, “me han dicho que no están bien, y que no es nada pasajero”. No solo eso, la relación con los familiares no pinta nada bien, a su primo lo tiene bloqueado y según él, “a las hermanas las ha silenciado”.