Ahora no hubiera aceptado las condiciones de Rocío Carrasco sobre el testamento de su padre
TELECINCO.ES
17/09/201101:39 h."Ilusionada, pero nerviosa" , así llegó Raquel Mosquera a 'La Caja Deluxe 4D'. El motivo que la llevó a someterse a la durísima terapia fue la necesidad de poder asimilar numerosos recuerdos del pasado que habitan en su mente y que le impiden poder pasar página.
Para llegar al origen de su problema, la psicóloga pidió a Raquel que recordara su infancia, una época tan feliz para ella que la llevó a derramar sus primeras lágrimas: "Viví en Alemania hasta los 7 años, allí fui muy feliz, lloro de emoción al recordar los bonitos momentos que pasé junto a mi familia. Esas imágenes jamás se borrarán de mi mente".
Raquel continuó relatando que el buen recuerdo de su infancia se lo debe a su familia, sin ellos no habría podido ser la niña feliz que fue: "Mis padres y mis hermanos lo son todo para mí. A mis padres los quiero muchísimo, pero con mi madre tengo más confianza, mi padre me causa más respeto. Me llevo muy bien con mis hermanos, por todo lo que me ha pasado me pongo tontorrona, porque me han demostrado que me quieren muchísimo, los necesito muchísimo. Todas las semanas hablo con ellos y procuro estar con ellos todos los domingos".
La psicóloga de 'La Caja' pidió a Raquel que echara la vista atrás recordando su infancia', mirara fijamente una imagen de cuando era muy pequeñita y le diera a aquella niña tímida e inocente un consejo para su vida: "Si realmente pudiera hablarle le diría que transmita paz e ilusión y disfrute de todo lo que siente tu corazón y tu mente, no pienses en nada, nada más que en dejarte llevar".
Una niña encerrada en un cuerpo de mujer
Raquel recordó también su juventud y contó una anécdota que se le quedó grabada a fuego: "A mi padre le daba vergüenza ir conmigo porque era una chica muy llamativa". La invitada añadió que una vez quiso ir a pasear por el Rastro con su padre, allí unos chicos la piropearon e hicieron un comentario en el que se referían a su padre como su pareja. Este episodio causó un gran shock en su padre, que desde entonces no quiso ir a ningún lugar a solas con Raquel porque le daba vergüenza que los miraran.
La sensualidad que desprendía Raquel en su juventud es algo muy característico de Raquel según la interpretación de un dibujo de un cerdito que había hecho para los psicólogos. Sus trazos resaltaban su personalidad "tremendamente infantil e ingenua", pero a la misma vez "ardiente, sexy, pasiva, exhibiéndose a la espera de alguien y destacando la importancia que da a disfrutar del sexo".
También remarcaban que Raquel es una persona "que sabe escuchar, que es muy directa y que no le importa discutir por una causa justa". Mosquera se vio reflejada en su dibujo, pero quiso matizar que su personalidad había cambiado un poquito desde su juventud: "Ahora soy más picarona, antes me cohibía, pero ahora ya no, porque no es nada malo, me dejo llevar y me siento muy feliz".
Pedro Carrasco, el gran amor de su vida
La hierbabuena que pudo oler dentro de 'La Caja' la emocionó casi sin haber pronunciado palabra. Este olor le recordaba a Pedro Carrasco, su gran amor. Raquel confesó que durante muchos años ha estado anclada en el pasado, sin poder superar la pérdida del boxeador, pero la terapia, que estaba dando sus frutos, le había ayudado a darse cuenta que estaba comenzando a pasar página:
"Antes hablaba con dolor y con pena al recordar a mi marido, pero ahora lloro de ilusión, con fuerza y entereza. Nunca olvidaré a mi marido, siempre lo llevaré en el corazón, pero años atrás no lo había asumido, por eso quise cometer ese error e intenté suicidarme. No había asumido la muerte de mi marido Pedro, pero ahora lloro con alegría, ahora me he dado cuenta de que lo he asumido, porque ya puedo hablar de él con naturalidad".
El peor momento de la vida de Raquel fue muerte de Pedro Carrasco, una pérdida que jamás hubiera podido esperar: "Él estaba en la cama, yo me iba a la peluquería, mientras él se quedaba durmiendo un poco más, se duchaba y sacaba al perro. Luego se juntaba con sus amigos y tomaba un aperitivo y después pasaba por mí y nos íbamos a comer. En ese transcurso de tiempo me llamaba como tres o cuatro veces, pero ese día no me llamó".
Raquel continuó con su relato sin poder evitar las lágrimas: "Estaba nerviosa, llamaba a casa, al móvil, al restaurante al que iba con sus amigos, porque se acercaba la hora y no sabía nada de él. Mi corazón empezó a enloquecer, cogí el coche, iba muy rápido, pensaba que había tenido un accidente. Llegué a casa y mi esperanza era no ver el coche en el garaje, cuando lo vi me derrumbé porque sabía que algo grave había pasado. Llegué y vi sus pies, le vi con los ojos abiertos, le decía que saliese de ahí, imaginaba que estaba en el túnel y que podía volver. Empecé a chillar, vino la ambulancia, me pincharon varias veces porque no podía calmarme. Yo sabía que él estaba mirándome, quería que volviese, porque le quería mucho, pero los médicos me dijeron que no podían hacer nada".
Durante muchos años Raquel se martirizó por el hecho de no haber podido despedirse de su marido , lo que hizo que se anclara en el pasado, padeciera una fuerte depresión y fuera incapaz de volver a ser la verdadera Raquel. Afortunadamente, su terapia en 'La Caja' le ayudó y le abrió los ojos, tanto que ella misma se dio cuenta de que efectivamente ese día, sin saberlo, sí se despidió de Pedro Carrasco:
"Cuando yo me despedí le di unos besos, pero siempre hacía que mi iba y volvía a darle más besos. Ese día volví varias veces, le abracé y le dí muchos besos y abrazos más. En esta caja de he dado cuenta que de alguna manera nos despedimos, esa fue mi despedida. Tengo esa imagen bonita de haberle dado muchos besos".
Aún siendo consciente de que había comenzado a superar la muerte de su marido, Raquel pidió a la psicóloga que quitara las imágenes del entierro del boxeador, porque aún eran demasiado duras para ella: "Cuando veo su imagen y escucho sus palabras es tremendo, es como si lo tuviese aquí, eso es bonito. Pero el entierro no me gusta verlo, es desgarrador, me hace daño. Yo prefiero pensar que Pedro está en el cielo y no dentro de una caja en la tierra. Pienso que la vida no se puede acabar ahí, un ser humano tan bueno como él era no puede terminar ahí, prefiero tenerle en el recuerdo y pensar que está en algún lugar siendo mi ángel".
Raquel reconoció que salir del pozo en el que se sumió tras la muerte de Pedro ha sido muy duro: "Lo pasé muy mal. Levantar cabeza me ha costado años. Era un vacío tan grande que era como si me hubieran arrancado el alma. Ni sentía ni padecía, no dormía casi, lo único que hacía era trabajar, trabajar y trabajar, luego iba y me encerraba en casa de mis padres.
Al no tratarme, caí en una depresión muy grande que arrastré durante mucho tiempo . Luego, a raíz de la ruptura con Toni, exploté e intenté suicidarme con pastillas y cortándome las venas.Eso es de lo único que me arrepiento en la vida, es una locura, porque ahora sé que se puede salir de todo, hasta el último momento de la vida hay que seguir luchando. Ahora me encuentro en una etapa de la vida muy feliz, no tengo a mi marido a mi lado, pero sé que desde algún lugar del cielo está apoyándome".
Antes de avanzar con la terapia, la psicóloga pidió a Raquel que mandara un mensaje a Pedro. Tomando aire muy hondo y con la voz entrecortada por el llanto, le dijo: "Pedro, para mí, junto a mi niña y a mi familia has sido la persona más importante de mi vida. Has estado muy enamorado de mí y yo de ti. Confío y tengo fe en que algún día nos encontremos y quiero pensar que eres un ángel que te has tenido que ir para hacer cosas maravillosas en otro lugar. Peor no te olvides que eres mi ángel y mi amor y que un día volveremos a estar juntos y no nos separaremos jamás".
Rocío Carrasco, el enigma de una relación rota
"La última vez que vi a Rocío Carrasco fue en el funeral de su madre, de Rocío Jurado, pero por respeto a Pedro y a mi familia no quiero hablar de ella, porque no hay relación, prefiero tener los recuerdos bonitos de cuando sí la había" , explicó Raquel.
Al ver unas imágenes de sus momentos más felices, en los que su relación era prácticamente de hermandad, Raquel rompió a llorar . Entre sollozos aseguró que está segura de que a Pedro Carrasco le encantaría verlas unidas, pero eso es algo que ve como un imposible:
"Rocío era como una hermana pequeña para mí, hemos vivido momentos maravillosos, muy bonitos, muy entrañables. A mí me encantaba ver feliz a la persona que yo amaba, él decía que estaba feliz al lado de sus dos niñas, su niña pequeña y su niña grande . Él estaba radiante de felicidad cuando nos tenía a las dos juntas. Es una lástima, pero no hay relación. No es por mí, tampoco quiero hacerla culpable a ella, sería por la edad o no sé, en fin, son cosas que prefiero no hablar. A mí me encantaría poder comer con ella, porque repito, por mi parte nunca he roto la relación, pero no quiero hablar de eso.
No es que no me atreviese a llamarla y ofrecerle comer juntas, porque sobre algo que sientes con amor no debes echarte para atrás, pero no creo que aceptase. Me hubiese gustado seguir la relación porque sé lo importante que era para su padre, mi marido, por el amor que nos tenía a las dos . Por desgracia esa relación se rompió, no quiero hablar. Pedro Carrasco estaba enfadado con Rocío Carrasco cuando falleció, yo me sentía también muy mal por eso, pero creo que no debo hablar por respeto a él. Muchas veces he pensado en ella, pero por desgracia no hay relación, vamos a dejarlo ahí. Si ella me llamase yo sí aceptaría, por supuesto que aceptaría".
Casi sin querer, Raquel confirmó un rumor que había estado circulando por todos los programas del corazón durante años y que jamás se había confirmado. Cuando Pedro Carrasco murió su relación con su hija Rocío no era buena: "Es verdad que Pedro se fue muy rápido, muy joven y no hubo tiempo de solucionar las cosas con su hija Rocío", una información que Rosa Benito también quiso confirmar para zanjar el tema, aclarando además que la disputa surgió porque el boxeador no veía con buenos ojos a Fidel, el marido de Rocío Carrasco.
La herencia de Pedro Carrasco también generó una gran polémica durante muchos años. Raquel no quiso ahondar en el tema, pero sí se sinceró más que nunca al respecto: "Lo que más quería en ese momento era a Pedro Carrasco, jamás he sido una persona interesada, pero en este momento no aceptaría cosas de la herencia que entonces acepté. No me gusta ir de víctima, tampoco me gusta llorar, de lo único que presumo es de ser luchadora, fuerte y trabajadora. Es cierto que no había testamento, pero yo acepté ciertas cosas que hoy en día no hubiera aceptado, hubiera llevado un abogado como Rocío Carrasco, cosa que yo no llevé. No digo con esto que no estuviese de acuerdo, ni que me arrepienta de lo que hice". Jorge Javier quiso zanjar el tema sincerándose y dando su opinión sobre el delicado tema: "Creo que no se actuó con generosidad con Raquel".
La niña de sus ojos, fruto de su amor con Tony Anikpe
"A Tony le conocí en una discoteca , se acercó a mí y me pidió el teléfono. No tiene nada que ver con Pedro, pero me enamoró y punto. No es ningún pecado. Sentía la necesidad de tener una persona que me quisiera, que se preocupase por mí, que me dijese lo guapa que era y lo importante que era para él. Raquelita fue una niña muy deseada, fruto de la ilusión y del amor. La relación se terminó, pero Tony siempre estará en mi corazón, por eso quiero y deseo que se le respete como el padre de mi hija", comentó Raquel sobre la relación con su segundo marido.
Su matrimonio junto a Tony no salió como ella esperaba, pero Raquel aseguró que prefiere no mirar atrás y quedarse con lo que realmente le importa, su hija, para quien tuvo unas emotivas y cariñosas palabras antes de concluir su terapia: "Mi niña, tú eres lo más maravilloso del mundo, por lo que lucho todos los días, por lo que trabajo, por lo que me arreglo, para que te sientas orgullosa de tu mami y cuando me mires a los ojos veas lo maravillosa que es su madre. Quiero que seas tú, cariño mío, que seas tú, en tu forma de ser y de pensar. Irás creciendo y la vida te enseñará, pero debes ser buena e inteligente para saber qué es bueno y malo. Déjate llevar, pero siempre rodéate de tu familia y de la gente que te quiera, que te ayudarán a seguir tu camino. Eres lo más maravilloso del mundo".