Para describir la actitud del abogado Rodríguez Menéndez con las mujeres basta citar un dato. Engañó a su quinta esposa haciéndole creer que era la primera. A partir de ahí, en su entrevista ha reconocido que planeó bodas sin estar enamorado, que sus primeros meses de matrimonio con otra de sus mujeres fue un rosario de infidelidades. Sus idilios, generalmente basados en el interés, lo que terminaron desencadenando fueron venganzas.
Actualmente, dice estar enamorado de Vanessa, su novena esposa. Una fisioterapeuta a la que conoció tras demandar sus servicios. Según ha comentado ella en la entrevista, pensó que en principio el abogado querría otra clase de servicios, pero una vez aclarado el problema se inició un romance a la antigua usanza.
"Vanessa era muy chapada a la antigua y decía que para que pudiera mojar había que pasar por la vicaría"
Con el tiempo, la vida de Vanessa se ha convertido en la de una prófuga de la justicia. Ha pasado por los centros penitenciarios en los que ha estado su marido tras su fuga de España y ha sufrido los cacheos pertinentes que frisan lo abusivo para una mujer. Ambos afirman que están completamente enamorados, aunque, según ha sugerido Jordi González, no son pocos quienes afirman que se trata de un idiolio sostenido por el dinero.
El historial amoroso de Rodríguez Menéndez, cuando menos, ha seguido ese patrón:
Uno de los casos más destacados fue su romance con Nuria Bermúdez. En la entrevista ha explicado que todo se trataba de un montaje urdido por la propia Nuria, la periodista fallecida Maika Vergara y la vidente Cristina Blanco:
"En el Programa de Ana Rosa, Maica dice que me voy a casar con ella. Era mentira. Pero ellas se gastaron dos millones para vestir a Nuria en los montajes. Yo jamás me acosté con Nuria en dos meses que vivimos, tengo buenos recuerdos de ella, era una niña grande".
Con respecto a la cantante Malena Gracia, con quien se enfrentó duramente en 'Sálvame Deluxe', el abogado ha explicado por qué reveló a la opinión pública que Malena ejercía la prostitución. Todo fue por un afán de venganza:
"Cuando uno tiene mucha información y se siente molesto comete errores. Yo cometí el de la venganza. Ahí se juntó el ego, de querer vender más de un millón de ejemplares, que se vendió más de un millón y medio".
El problema, que le había engañado. Pero no con un amante, sino con un paparazzi, al que vendió fotos de ambos en una playa. Rodríguez Menéndez no soportó el ridículo. Entonces decidió retratarla en su revista 'Dígame' ejerciendo la prostitución:
"Me pasé muchos pueblos. Luego volvimos a vivir juntos. Nunca estuve enamorado de ella. Lo que sí es cierto es que Malena follaba de cine. Y gracias a su salida en Dígame fue a muchos programas. En algunos le pagó el señor Sardá tres millones y medio de pesetas".
Quien no sale bien parada es Mila Ximénez. Apareció con ella en varias ocasiones abrazado delante de las cámaras, pero él niega que tuvieran ninguna relación sentimental relevante:
"Mire usted, señora redactora, -ha dicho visiblemente irritado- no me gustan las viejas, la gente con el culo un poco caído, las tetas también. Tengo buen gusto. Me puedo equivocar pero buen gusto tengo".
Pero las consecuencias de su trato a las mujeres no siempre se han saldado en los platós y las revistas. En el caso de Laura Fernández, una mujer a la que conoció cuando le prestaba un servicio de prostitución, según explicó el padre de Laura al juez, las diferencias desembocaron en un intento de asesinato:
"Yo no estaba enamorado de ella y la ponía los cuernos un día sí y otro no. Lo hacía tan mal que siempre me pillaba. Y como era muy celosa siempre me pillaba".
El matrimonio pronto se convirtió en una pesadilla para Laura, que tenía problemas con el alcohol y en este estado anímico se acrecentaron. Hasta el punto de que contrató a un sicario. Así lo recuerda el abogado:
"La noche antes fue de revolcón continuo. Al día siguiente me llamó, que quería pasar la noche conmigo porque hacíamos once meses de casados. Fui, el coche se cruzó con una moto. Yo cometo el error de bajar un poco el cristal. El tío va con un casco y no se veía la pistola porque llevaba una funda. Según abro me dispara y me da en el pecho".
'INCONTABLES' MUJERES
Tras este incidente, Emilio Rodríguez Menéndez inició su incursión en el mundo del corazón:
"Estaba en una situación psicológica muy mala tras el intento de asesinato por parte de una persona con la que dormí mucho tiempo. Me da vergüenza. Me arrepiento. Fue desastrosa esa época de mi vida.
No he pagado ni un duro por todos los polvos de mi vida. Que han sido muchos y a muchas. No puedo contar a cuántas. Las he llevado a buenos restaurantes pero no por ellas, sino porque me gusta a mí. Y las he hecho regalos, porque yo soy un hombre bastante generoso, eso nadie lo puede negar. Y pagar, nunca".