'Sálvame' acaba de gastarle una broma a Lydia Lozano. Germán González se hizo pasar por uno de los ganadores de las entradas que se han sorteado para asistir al programa final pero, lejos de alegrarse, se metió con la periodista y con 'Sálvame'. Lydia aguantó el tipo cromo pudo pero lo cierto es que este no ha sido el peor trago que ha pasado...
Un día de los inocentes, el programa le gastó una bromita. La policía se personó en la redacción del programa asegurando que el coche de Lydia Lozano había atropellado a alguien y tenían que llevársela detenida: “Si estoy aquí trabajando, ¿Cómo voy a matar a alguien? ¿Qué ha pasado con mi coche?”, preguntaba ella.
Sin embargo, los dos agentes (en realidad dos actores disfrazados) insistían en que tenían que llevársela a los juzgados de Plaza de Castilla. El estupor de la colaboradora era tremendo, sus compañeros la arropaban, la defendían... y es que aún no era el día de los inocentes y no podía ni imaginar que estaba siendo víctima de una inocentada.
No fue la única inocentada, Lydia también se vio fuera del programa durante dos meses porque, tal y como le comunicaron, Kiko Hernández iba a ser el presentador y la había vetado.
No es la única broma con Kiko Hernández como protagonista. En otra ocasión, el colaborador hizo creer a su amiga que iba a someterse a un PoliDeluxe para hablar no de ella, de su marido, Charly.
En esta ocasión, Lydia suplicó. La colaboradora entró a la casa de 'Secret Story' con una misión: asaltarla, sin embargo, el presentador conectaba en directo con ella para gastarle una broma que le sacó de quicio: "Te hemos ocultado algo, se acaban de cerrar las puertas, vas a pasar allí la noche".
"Dime que no es verdad, por favor, dime que no", decía ella, suplicando...
Y así llegamos a la actualidad. Sin duda, esta ocasión es en la que Lydia ha mantenido mejor el tipo. La colaboradora comunicaba, supuestamente a un espectador, que había ganado una entrada doble para ver el final de 'Sálvame'. Sin embargo, el aludido le respondía que ni le gustaba ella ni el programa y que su objetivo era presenciar cómo lo cerraban.
La periodista se disculpaba por haberle llamado cuando el director le recomendaba que mirara a la pantalla y descubría quién estaba al otro lado del teléfono.