José Antonio Canales Rivera protagonizó una pelea en un bar durante los carnavales de Cádiz que acabó en plena calle entre forcejeos. El colaborador de 'Sálvame' asumió su "error" y, 24 horas después, explicaba lo sucedido en el programa. "Esto no tenía que haber pasado", reconocía, pedía perdón por su actitud, confesaba que le produce "vergüenza" y apuntaba que debió ser más paciente. Pero ¿Qué ocurrió? Canales se ha negado a dar detalles, solo ha dado un dato sobre el origen del altercado.
Según la dueña del local en el que estaban, de repente vio a un chico queriendo pegar a otro y la pelea habría continuado en la calle. "Me revoleó y me tiró del bar para afuera y caí de culo", aseguraba.
En las imágenes, tomadas en la calle, vemos a un grupo de gente alrededor, varias personas que intentan evitar el conflicto entre Canales y otro hombre, que forcejean. Al parecer, todo habría empezado por una falta de respeto a su madre, Teresa Rivera, presente allí y que conseguía parar a su hijo diciendo: “Por tu padre ¡Vámonos ya!”
Finalmente, el colaborador tomaba la palabra. Tachaba de “bochornoso” y “vergonzoso” lo ocurrido en cuanto a su “actitud”, tanto si tenía razón como si no la tenía: “No me identifico en absoluto, no es que sea ni más bueno ni más malo”. “Me da vergüenza”, confesaba Canales, que cree que debió tener una postura "más paciente y más coherente", que es lo que suele hacer.
Pero ¿Qué ocurrió? Reiterando que su comportamiento “no tiene ninguna justificación”, Canales decía que el origen del conflicto no fue una falta de respeto a su madre: “Me gritan, me dicen cosas y llega un momento en que esa paciencia de la que hago gala… Cuando se llega a esa situación, es porque el respeto se falta mutuamente unos a otros”.
El colaborador evitaba dar detalles y añadía que ha pedido disculpas por el daño que haya podido ocasionar. La dueña del local, al parecer, ha tomado medidas en su contra y él lo aceptaba: “Mi intención no era hacer daño”, decía.
Ante sus palabras, Miguel Frigenti le pedía datos, detalles de lo sucedido, del origen del conflicto… y Canales se negaba a responder: “No lo voy a explicar porque no me da la gana, no hay que darle más vueltas”.
“Quien hace el ridículo soy yo y no pasa nada, he pedido disculpas y no voy a contar nada ni los motivos”, reiteraba el colaborador, que finalmente nos daba algunos detalles. Según su relato, en el bar empezó un "forcejeo" que él intentó parar. Estuvo protagonizado por dos amigos, él quiso sacar a uno de ellos, pero el otro continuó. En mitad de esa situación vio a su madre cerca y quiso sacarla de allí: "Cuando veo a mi madre allí, cada vez me voy poniendo más nervioso, mi madre más tensa y a mí me entra un instinto de protección que me lleva a hacer el ridículo".