Jesús Quintero ha muerto a los 82 años. Su localidad natal, San Juan del Puerto, acogía la capilla ardiente y allí, sus hijas, querían recordarle ante los medios hablando de la libertad, pasión y creatividad con la que vivió: “Estamos muy contentas por todas las muestras de amor recibidas”.
Lola daba la gracias por el cariño de la sociedad y explicaba que tanto ella como su hermana se sienten “afortunadas” porque sienten que su padre “siempre” va a estar con ellas: “Queremos hacer cosas muy bonitas con su archivo”.
“Mi padre fue un ser humano extraordinario capaz de detectar y ver la verdad solo con una mirada y capaz de transmitirla, estamos orgullosas de su legado y de los valores que transmite no solo a nosotras sino a toda las sociedad”, decía Andrea.
Ahora, ambas se sienten “comprometidas” con defender la “libertad, pasión y creatividad” de las que hizo gala su padre, además de la habilidad para rodearse de talento y de escuchar a todo el mundo “independientemente de su origen y opinión”.
Antes de marcharse, Lola quería salir al paso de lo que se ha dicho de Quintero durante los últimos tiempos: “Mi padre se ha ido dejando una herencia llena de amor, que es lo único que nos importa, y liviano de equipaje y con todo el amor y todo el arte del mundo”.