Entre lágrimas, Lydia Lozano nos contaba que tienen que operarle porque se ha roto una vértebra. La colaboradora de 'Sálvame' se mostraba asustada y teme la larga recuperación que le espera. Pero lo cierto es que no es la primera vez que le sucede algo similar: hace apenas cinco meses se fracturó el radio y antes tuvo que ser operada de las cervicales.
El 29 de abril, Terelu Campos arrancaba el programa dando la noticia: Lydia Lozano se había lesionado. La colaboradora estaba vistiéndose en casa cuando sufrió una caída. Su marido le vendó el brazo y Lydia llegó a coger un taxi para ir a trabajar pero el dolor le hizo acudir a urgencias.
Allí le dieron un diagnóstico claro: se había fracturado el brazo y por delante tenía 40 días de recuperación. "Estoy fatal", decía una Lydia muy "cabreada" y "con mucho dolor": Yo que soy tan independiente voy a ser dependiente ahora y me pone muy nerviosa (...) Encima este brazo, que el otro día me tuve que ir a poner cortisona porque lo tengo todo dormido".
Y no hace muchos, la colaboradora tuvo que pasar por el quirófano. "Me tienen que operar de urgencia de las cervicales", contaba ella misma en el plató de 'Sálvame'. “Tengo un aplastamiento en la médula y es lo que me da miedo”, confesaba la colaboradora del programa, que explicaba que tenía afectadas varias zonas.
La operación fue "delicada", la colaboradora estuvo en quirófano más tiempo del esperado pero fue un éxito. Tras la intervención, Lydia se encontraba bien y bromeaban diciendo que medía un poco más, en concreto 1.5 cm, el resultado de estirar sus vértebras y colocar unos apliques.
Poco después, la colaboradora intervenía en directo desde su casa con buena cara y aparentemente más relajada. Sin embargo, decía estar "chunga" aunque sin mucho dolor gracias a la medicación: "La gente me veía bien, pero estaba completamente dopada”.
Hace más tiempo, en 'Sálvame' fuimos testigos en directo de una aparatosa caída de la colaboradora. Lydia jugaba con Kiko Matamoros y Chelo Gª Cortés a tirarse agua pero Lydia iba descalza y sufría un resbalón. La cara de dolor de la periodista y la de sus compañeros lo decían todo. Primero, Lydia acudió al servicio médico y finalmente fue trasladada a urgencias.