Kiko Hernández asegura que la suerte de Kiko Rivera es que se toma sus desencuentros con humor y, como muestra de ello, respondía a las últimas palabras del DJ con una imitación. Él se convertía en el DJ y Paz Padilla en Isabel Pantoja para recrear un momento de la infancia de Kiko en el que no quería posar ante los fotógrafos.