“Mi relación con mi hija no es que sea excelente pero ni dejo de quererla ni de echarla de menos”, decía Kiko Matamoros. El colaborador respondía así a la audiencia, que hablaba de los problemas del colaborador con sus hijos y, a su vez, defendía a Laura de las críticas por su estilo de vida.
Insistía en que, a pesar de lo sucedido no renuncia: “No sé si mis hijos, como han dicho, están mejor lejos de mí pero yo, desde luego, no renuncio a por lo menos en el corazón seguir sintiéndome su padre, quererles y que les vaya todo estupendamente”, decía el colaborador visiblemente emocionado.
Matamoros reiteraba que no quiere ajustar cuentas con nadie, cree que el tiempo “pondrá todo en su lugar” y, si no es así, está en el convencimiento de que lo mejor ahora es “dejarse llevar por la música”, relajarse y esperar.
En cuanto a la carrera profesional de su hija, asegura que le ha dado consejos “que no ha atendido” y, cuando Teresa Campos le preguntaba si Laura concedería una entrevista gratis en su programa, decía: “Lo ignoro, dependerá de lo que le diga su representante”. En su opinión, Laura quiere hacer televisión pero está “saturada” tanto por los reality como “por la historia familiar”.