Mila Ximénez y María Patiño afirmaban que una persona había recibido mensajes de Chabelita en los que mostraba su poca simpatía por parte del entorno de su madre, en concreto, a algunos de sus amigos y defensores en televisión. Raquel Bollo cuestionaba que ella fuera una de las aludidas en este mensaje y reclamaba que quien los hubiera recibido diera la cara.
Chelo Gª Cortés anunciaba que fue ella quien, este miércoles 11 de junio, los recibió. El motivo fue la entrevista que Chelo le había realizado, la periodista pidió disculpas al programa por no haber formulado todas las preguntas que tenía que formular y Chabelita interpretó que le había culpado: "Me censura en el primer mensaje que si yo no he sabido hacer mi labor de periodista que no es su problema y yo le explico que no le he echado la culpa ella".
"Entre los mensajes que me manda me dice que consentida nada", continuaba explicando y es que Chelo afirmó en plató que la joven lo había sido. Pero lo que más le llama la atención son las palabras de Isabel hacia las amigas de su madre: "Si no sale el tema no hables pero si sale el tema di la verdad que tú sabes cómo va eso, todas las amigas de mi madre le 'chupáis el pompis' a mi madre y no por eso os va a querer más".
"De eso nada", replicaba Chelo, "me acusa de defender lo indefendible pero yo siempre he defendido lo que tenía que defender". La colaboradora aseguraba que siempre ha contado lo que ha visto y, por eso, no sabe lo que quiere Isabel que cuente: "Lo que he visto es el amor inmenso de su madre y el resto de su familia, delante de mí nunca le han hecho de menos y si realmente ella lo ha vivido a mí no me lo ha contado".
A Chelo le gustaría ver a Chabelita y solucionar las cosas, pero se muestra cansada de pedir perdón. La colaboradora recordaba que por un "error" que cometió en el pasado se rompió su amistad con Isabel Pantoja, sabe que es "responsable" de ello pero ha tomado una decisión: "Voy a dejar de flagelarme, lo que me duele de esto es que considera que le doy el abrazo de Judas y nos lo dimos porque lo sentimos", explicaba.
No podía evitar emocionarse. Chelo no quería sacar a la luz los mensajes, se lo contó a sus compañeros porque no se encontraba bien, hasta ahora ha estado callada "por prudencia" pero aclaraba que no por cobardía: "No le tengo miedo a nadie". "Soy la persona más injustamente tratada y creo que no me lo merezco y estoy harta de pedir perdón", concluía Chelo, "¿Qué tengo que salir mañana a la plaza pública y ponerme en cruz? No me da la gana".