Raquel Bollo hacía su sumario seria y aparentemente triste. Paz Padilla le preguntaba por los motivos y ella, sin palabras, no podía evitar derrumbarse. La presentadora nos explicaba los motivos: “Hay un testimonio, es la hermana de la exnovia de su hijo, habla de Raquel, pero sólo habla de Raquel”. Paz intentaba tranquilizar a su compañera: “No se va a hablar de más nada, no te miento, lo sabes”.
Minutos después, la colaboradora regresaba. Explicaba que conoce esta historia desde hace unos días, se lo contó la propia exnovia de su hijo, Aguasanta y le ha asegurado que ha intentado pararlo, pero no ha podido. Raquel contaba que, hasta hace poco, su hijo ha tenido novia, ella le conocía y ha establecido una relación de cariño con ella: “Es buena niña, es difícil desvincularte”.
Parecía que la ruptura había sido el motivo para que Laura, la hermana de la exnovia de Manuel, decidiera hablar, pero Raquel no lo creía posible. Ella afirmaba que no ha intervenido en esta ruptura: “Yo no puedo mandar en los sentimientos de mi hijo. Ellos han tenido muchas discusiones. Es como si fuera mi hija en mi casa”, explicaba. “Parece que has apoyado a la chica por encima de tu hijo”, le decía Gema López y Raquel asentía: “Esa es la puñalada que yo siento”. Es más, a preguntas de sus compañeros confirmaba que la exnovia de su hijo no solo trabaja: “Le abrí una tienda”. Pero ¿Qué opina la familia? “Ella me dice que no se lo cree, que su familia no está conforme con esto pero que su hermana hace lo que le da la gana”.
Raquel considera que ha sido “una suegra mejor de lo normal” y estallaba: “Estoy cansada del abuso de la gente, porque esto se llama abuso, y por dinero, me da pena porque no has respetado la decisión de tu hermana, hasta hoy creo en ella y en su dolor”.
Finalmente, ‘Sálvame’ emitía las declaraciones de Laura, la hermana de la exnovia de Manuel. Según su testimonio, su hermana y el hijo de Raquel mantuvieron una relación de unos dos años hasta hace un mes, que rompieron. Laura afirmaba que ella preveía lo que iba a suceder: “yo le decía, éste en cuanto se haga famosillo te deja, porque se lo tiene muy subido”.
Cuando le preguntaban si Raquel había influido en la relación, decía: “Desde que empezó a salir, a cantar, en el Deluxe, ya desde ahí la gente hablando a decirnos que no le gustaba su hijo para mi hermana”. Contaba también que su relación había sido buena hasta que algo sucedió: "pasó un percance y ya no mira bien a mi hermana”, decía. “¿Os considera de clase inferior?”, preguntaba el periodista; “claro”, respondía ella. Además, aseguraba que la colaboradora de ‘Sálvame’ se comporta de otro modo en la calle: “No es como la pintan. Es una falsa”.
Raquel negaba desde plató: “No doy crédito, lo que te puedo decir es que ella sabe la verdad”. Continuaba creyendo a su exnuera, y se lamentaba por su hijo: “Mi hijo tiene 18 años, en la vida hay rupturas y más a esa edad, mi hijo no ha cometido ningún crimen para esto”. “No estoy dramatizando”, continuaba diciendo, “¿Por qué me han hecho esto? Yo no me he puesto en contra de ella, me he puesto a favor, siempre a favor de ella, más que de mi hijo”.
Respondiendo también a las declaraciones de Laura, Raquel negaba que clasificara a la gente en clases: “¿Yo de dónde vengo? De una familia muy humilde y sigo con mis amigos de siempre. Mis amigos no son duques ni condes”, decía.
El programa también emitía unas declaraciones de la propia Aguasanta, exnovia de Manuel, defendiendo a la colaboradora. Ella misma avisó a Raquel de lo que su hermana iba a hacer y desconocía los motivos: “no sé si será por necesidad o porque piense que me ha hecho daño”. Aguasanta quería zanjar la polémica, sigue trabajando por Raquel, aún le llama “suegra” y negaba que haya influido en su hijo para provocar la ruptura: “Ha sido cosa mía y de él, no ha intervenido nadie nunca”. Es más, aseguraba que Raquel nunca les ha hecho un desprecio: “Para nada, no, ella nunca. No me considero poca cosa para nadie”. La joven concluía con un mensaje de cariño para la colaboradora: “La quiero mucho, da igual lo que diga la gente, ella sabe perfectamente lo que la quiero y me va a tener siempre”.
Raquel lloraba y apenas podía hablar: “Ella lleva ya tres días sufriendo como yo. Está entre la espada y la pared. Este palo se lo da su propia hermana, tiene que ser muy duro”. La colaboradora recibía el apoyo de sus compañeros, también de Anabel Pantoja telefónicamente pero, cuando le preguntaban si temía que este fuera el inicio y que más gente hablara de su hijo, decía: “No lo voy a permitir, si me tengo que ir de la tele, me voy”.