Kiko no esperaba escuchar unas declaraciones como éstas de la boca de su hijo: “Llevamos unos meses que no nos hablamos y no tenemos ninguna relación. A mi hija no ha vuelto a verla, vino a conocerla el día que nació y no la ha visto más. Y todo es por Makoke. Le presta mucha atención y ella y decidió apoyarla, cuando yo me dejñe de hablar con ella hace tres años tras un episodio que vivimos en Marbella. Makoke es como la madrastra mala de las películas del fin de semana. Nadie sabe cómo es, hasta que al final se descubre”.
Nuestro redactor le ha pregunta a Diego que cómo reaccionaría si su padre se casara con Makoke. “Si se casan pues que se casen, yo no pienso ir a la boda, ni mis hermanos tampoco. Entre nosotros ya hay un mal rollo extremo. Ésta es la tercera guerra mundial contra mi padre”.
Al oír esto, el colaborador casi se pone a llorar. Manteniendo la serenidad, ha dicho que no entiende por qué su hijo ha contado todo esto en público: “Ha ejercido su derecho a hablar pero, desde luego, no le hace un favor a nadie. Lo que está claro es que el amor y la paciencia de un padre no son infinitos y supongo que habrá sido consciente de ello antes de decir lo que ha dicho. Yo me casaré con la mujer que yo quiera y no con la que quieran los demás y no voy a admitir ni pulsos ni bobadas. Para mí, esto es un punto y final con respecto a la relación con mi hijo-Estoy profundamente cannsado y tengo una decepción enorme. De verdad, estoy exhasuto. No sé cuál ha sido mi pecado, ha debido de ser tremendo y me duele mucho, lo digo de corazón", ha dicho. Kiko ha tenido que abandonar el plató d ela emoción.