El hecho de que Amador Mohedano vendiera parte de la Finca de los Naranjos, terreno que heredó de Rocío Jurado, fue la gota que colmó el vaso. Tras varias crisis matrimoniales, Rosa Benito se cansó, ahora solo quiere luchar por ella y por sus hijos, no está enamorada de su marido y se considera una mujer separada.
Pasadas 24 horas, Rosa Benito no había cambiado de opinión: "no estoy arrepentida, hablé con mi corazón, con toda la sinceridad y me faltaba saber lo que he sabido para darme cuenta de lo que quiero y de lo que quiero hacer", explicaba la colaboradora. Es más, esta decida: "voy a seguir adelante, estoy convencida y ya está. Esa es la situación y esa es la realidad".
Para Rosa, en cierto modo, contar lo que va a hacer es un alivio: "estar aquí y siempre tirando balones fuera lo paso mal. Ayer me sentí bien, creo que me sentí cómoda y es como que me he quitado un peso de encima".
Pero Amador ha reaccionado. Jorge Javier Vázquez le contaba que una persona del Deluxe se puso en contacto con él para proponerle que se sentara en el programa este viernes: "Amador llorando dijo que echaba mucho de menos a Rosa".
Rosa Benito lo entendía y lo sabía: "Mi hermana estuvo hablando con él y me llamó llorando como una niña chica". Sin embargo, Rosa quería dejar las cosas claras: "le dije ‘me estás haciendo culpable de algo que yo no tengo culpa’. Me sentí tan mal, tan mal que dije es que yo no quiero hacer daño pero no quiero que me lo hagan a mí (…) A mí no me pueden hacer culpable de algo por lo que he luchado tanto".
Además, la colaboradora cree que aunque Amador esté ahora mal "esto puede hacerle incluso más fuerte".