Rosa Benito, tras ver las fotos de Amador: "¡Qué pena me doy! Es una vergüenza"
telecinco.es
08/07/201320:00 h.Desde que se anunciara su separación, los problemas no han dejado de surgir entre Rosa Benito y Amador Mohedano. Rumores sobre terceras personas, problemas económicos que la colaboradora descubrió… Ella no podía evitar las lágrimas la pasada semana después de que el programa le anunciara que su todavía marido se ha enfadado con la prensa. Confesaba que con todo lo sucedido “se le ha roto la vida” y sentía la necesidad de hablar con Amador de tú a tú. Sin embargo, poco después quiso dejar claro que con esto no pretendía dar esperanzas ni hablar de reconciliación.
Pero hay más. Gustavo González tenía algo que decir a Rosa: “Amador ya tiene quien le acompañe, si Rosa quiere ir a Chipiona que llame antes, igual llega y ve el armario lleno o a otra persona allí”; “No me lo puedo creer, me he quedado…”, replicaba Rosa. “Él ha estado muy a gustito, contento, feliz y yo creo que…”, continuaba diciendo el paparazzi y Rosa preguntaba: “¿Hay imágenes?”, Gustavo lo veía posible dado que, según su información, Amador no se habría escondido: “Esta señora ha estado de visita, creo que tiene una edad, creo que está bastante bien, insisto que Amador ha estado con ella día, tarde y noche y por supuesto madrugada durante días”.
Entonces intervenía Lydia Lozano con más detalles: “Amador se ha cuidado muy mucho de que no le pillasen, de hecho, quedaron en un sitio y Amador utiliza a un amigo para que fuera a buscarla”. Según ha podido saber la periodista, a Amador le ha gustado mucho cómo esta chica le trataba: “han quedado, han estado juntos en su casa, la que era tu casa y yo sí que veo una historia muy importante para Amador”.
“¿Han tenido relaciones?”, preguntaban y Lydia no lo sabía pero opinaba: “es una chica muy atractiva y no la veo yo durmiendo en la habitación de al lado”. Gustavo apuntaba que Amador públicamente ha tenido actitudes que si Rosa ve, no le van a gustar y añadía: “ella ha dormido en la casa”.
Rosa prefería esperar, no quería responder y pedía pruebas: “Si eso existe, habrá imágenes, si existen me encantaría verlas y no entendería muchas cosas que no puedo decir ahora mismo”. La colaboradora no ha tenido un acercamiento con él, pero admitía que la existencia de esas fotografías cambiaría la historia: “cambiaría muchísimo y no entendería muchas cosas, repito”. “Tu deseo se hará orden y el miércoles verás esas imágenes”, transmitía entonces Gustavo González, “Amador en una circunstancia muy comprometida e incluso cariñosa”.
De lo que sí se quejaba Rosa es de que si esas fotos existieran, se hubieran tomado en su casa, y entonces estallaba: “si quiere tener alguna relación hay muchos hoteles, mucha carretera”. Rosa se preguntaba por qué esta mujer habría salido a la terraza así pero matizaba: “¿Y sale a la terraza para que le vea todo el mundo o lo tenía preparado para que le hiciera fotos? Ahora, el culpable es él de meter una tía en su casa porque yo no lo haría nunca; él es libre de hacer lo que quiera pero yo respetaría la cara de la persona que ha sido mi marido”.
Y los deseos de Rosa se cumplieron. Aunque nosotros no pudimos ver las fotografías, Gustavo González sí le mostraba una a Rosa Benito. Ella negaba con la cabeza y se quedaba sin palabras: “Qué pena me doy de mí”. Rosa sentía vergüenza, aseguraba que ya no quiere saber nada más, estaba dispuesta a seguir con su vida y se dirigía a Amador:
“Seguiré con mi vida que me la ha dejado bastante amarga y lo único que le deseo es que sea muy feliz, con ella, con otra o con quien le dé la gana, pero que no pida lo que él no hace. Porque yo aquí lo he respetado mucho y cuando he explotado ha sido porque me ha hecho mucho daño, muchísimo y entonces soy como un animal, me tengo que defender. Pero que él ponga a esta mujer con un tanga rojo, lo digo para que él sepa, y él con un bañador cortito en tonos azules y con la gorrita... ¿Y tú me vas a pedir a mí? Y llamas a mi casa, a mi casa, porque esa es tuya y en la que vivo es mi casa, y llamas a casa para ver si yo estoy en casa cuando tú estás con una señorita pasándotelo como te da la gana y estás en tu derecho, qué feo, no me lo merezco. Me doy pena. Toda mi vida, toda mi vida, y no me mereces, tanto que dices que yo soy la que tengo la última palabra, ahora sí tengo la última palabra y ojalá, y lo pido a Dios, si existe ese Dios, ojalá esas imágenes puedan ver la luz para que sepan quién eres tú y quién soy yo. Me encantaría”.
Cree que su vida está rota, pero también que puede renacer: “Tengo mucha fuerza y no me van a hacer sentir más culpable porque eso es lo que nos hacen los hombres, hacernos sentir culpables y mal y yo me siento mal pero después de lo que he visto hoy, te digo que la única pena que tengo es que hace mucho tiempo que no soy yo, pero ya sí, caiga quien caiga”, concluía.