El programa emitía unas imágenes de Amador Mohedano enfadado con la prensa. Jorge Javier Vázquez preguntaba a Rosa cómo veía a su todavía marido y ella le calificaba como un hombre “cansado”, cree que se encuentra solo “sin sus hijos, sin sus nietos” y, a todo ello, añadía que tiene cámaras en la puerta de casa las 24 horas del día: “eso no lo aguanta nadie. Eso no lo puede aguantar nadie, demasiado prudente es a veces”.
“Rosa, ¿Te culpas?”, le preguntaba Jorge Javier Vázquez y ella lo admitía, pero solo en parte: “Yo me culpo pero sola no he sido, el problema de una pareja es de dos”. La colaboradora cree que con sus palabras en ‘Sálvame’ también ha hecho daño: “Es verdad que he hecho daño porque soy impulsiva y no controlo mi mente, digo lo que pienso, luego me arrepiento”.
El presentador le explicaba entonces que existe un rumor por el que se relaciona a Amador con una mujer que, en concreto, trabaja en su casa. Sin embargo, Rosa negaba: “Son gente que tiene familia y es injusto. ¿Qué quieren que le peguen dos ‘guantás’ por la calle?” Admitía que lleva días sin hablar con él, pero sí ha podido charlar con un amigo suyo y le ha transmitido que Amador está “fatal”.
“¿Te planteas bajar a Chipiona a hablar?”, continuaba preguntado Jorge Javier y ella confesaba que lo ha valorado: “Pues si te soy sincera lo he pensado, llevo desde navidad que no tengo una conversación con él bien porque son de reproches y no es justo y creo que es posible que a lo mejor baje a hablar con él”.
La colaboradora ha perdonado, pero no ha olvidado. Eso sí, reconoce que Amador es mucho menos rencoroso que ella: “yo sé que si cojo el teléfono y hablo normal, él me aceptaría mucho mejor que yo”. Es más, a preguntas del presentador, Rosa comentaba que, si ella le pidiera volver, cree que él accedería. Sin embargo, ella no lo tiene tan claro: “Tengo mucho dolor y cuando tengo dolor no puedo estar con alguien con quien no tenga confianza, ahora mismo no tengo confianza pero sí me gustaría tener esa conversación que está pendiente”.
Rosa no es totalmente feliz tras la separación: “a mí se me ha roto mi vida, sé que la de él también, por eso es muy difícil”. La colaboradora ve difícil a reconciliación porque han sucedido muchas cosas: “como cuando se rompe un vaso, no lo puedes arreglar, siempre queda algo”. No se perdona porque cree que ha hecho “mucho daño” y concluía diciendo que se arrepiente de algunas de las cosas que ha dicho en directo.