"¡¡Han dicho que he muerto!!", decía Paz Padilla nada más llegar a 'Sálvame' entre risas y es que durante su ausencia se han dicho muchas cosas: que le habían despedido, que se llevaba mal por sus compañeros… Pero no: "no he muerto, estoy aquí, pero os voy a explicar qué es lo que ha sucedido", decía la presentadora. Tanto ha echado de menos el plató que Paz besaba el suelo y es que, tras pasar unos días tranquilos, necesita la adrenalina que el programa le da: "No me gusta la vida zen que he llevado, yo quiero Sálvame por las venas".
Pero ¿Qué le ha pasado? Todo comenzó en agosto, cuando Paz sustituyó a Jorge Javier Vázquez durante sus vacaciones, también recordaba que el pasado año compaginó 'Sálvame' con su participación en la obra de teatro 'Sofocos'.
Por ello, cuando empezó a apreciar que tras el programa estaba afónica y no se recuperaba acudió a un otorrino. Allí le dijeron que tenía un nódulo y que había que quitarlo. En primer lugar lo intentaron con rehabilitación, con una terapia de logopedia: "pero cuál es mi sorpresa cuando no se reduce y lo tengo que quitar en quirófano".
La presentadora se mostraba agradecida, durante este tiempo ha contado con la ayuda de sus compañeros para no tener que alzar la voz en directo: "yo tengo vuestro apoyo, pero el problema está ahí y tengo que quitármelo", explicaba. Eso sí, la operación, aunque sencilla, conllevaba algún riesgo: "me dicen que la operación es muy sencilla pero delicada porque las cuerdas vocales son muy pequeñas y cualquier cicatrización mala deja una serie de problemas".
Paz lo temía: "Soy una profesional de esto, es mi herramienta de trabajo, tengo 44 años, soy joven, quiero seguir trabajando y me enfrento a un miedo de que, a lo mejor, no voy a poder trabajar". Pero se sometió a la operación y a la recuperación: "tenía que estar 10 días sin hablar, no fue lo más difícil, he descubierto que me gusta el silencio, además, se dicen muchas tonterías", decía entre risas. El verdadero problema es que no podía hacer nada que hiciera chocar a las cuerdas vocales: "el problema era que no podía ni toser, ni estornudar, ni carraspear, ni reírme. Cualquier movimiento de las cuerdas, si se cruzaban, creaba esa cicatrización que ya no era recuperable".
Sobre todo, temía el momento de empezar a hablar porque, tras salir del quirófano, ya no podía hablar: "cuando sales del quirófano no puedes comunicarte con nadie y luego no sabes cómo te ha quedado la voz, hasta que el médico no te dice habla te da un poco hasta de miedo". Pero todo ha pasado. Ahora, Paz no puede hacer esfuerzos con su voz, no puede gritar pero ya puede hablar: "me han dicho que la operación ha sido un éxito".
Entonces, Kiko Hernández comunicaba a la presentadora que un espectador quería hablar con ella en directo: "Soy como el Forrest Gump, no me he enterado de nada de todo esto y ahora veo todo lo que ha pasado, no sabía ni que habías muerto, no me había enterado", decía bromeando. Paz le preguntaba su nombre, pero no se lo quiso decir y, entonces, le reconocía: "Ay que eres Sardá la madre que te parió! ¡Ay jefe, que eres mi jefe!"; "te juro que no sabía nada", contestaba Javier; "¿Sabes que he pensado mucho en ti? Decía, si se me quedara la voz tan bonita de Sardá, si aprendiera como él…", continuaba la presentadora.
Paz desvelaba entonces que cuando le propusieron presentar 'Sálvame' pidió consejo a Sardá, y ahora le agradece sus palabras: "Hoy te doy las gracias por animarme ese día". Finalmente, el presentador se despedía: "Quiero decirte, y a todos, que hacéis esta especie de gladiador de la tele, feliz navidad y que el año que viene sea fantástico".