Tras conocer la noticia del embarazo de Chayo Mohedano, 'Sálvame' se ponía en contacto con el futuro abuelo, Amador Mohedano. Se declaraba feliz por la noticia y también hablaba de su crisis con Rosa Benito, asegurando que todo "volverá a su ser" y que no habrá que esperar la nacimiento del pequeño para que vuelvan a verse.
Estas palabras enfadaron a Rosa Benito. Tras guardar silencio y escuchar los comentarios de sus compañeros, Rosa preguntaba cuál era su cámara y se dirigía a ella como si de Amador se tratara: "Esto no. No. Antes de dar titulares tienes que hablar conmigo porque esto es lo que confunde a la gente y yo ya estoy harta de poner mantas. Estoy muy cansada y creo que no puedes tener tanta seguridad porque no la tengo ni yo".
Estas palabras generaron la polémica entre sus compañeros que 24 horas después, criticaban duramente la actitud de Rosa y más cuando vieron unas imágenes en las que su compañera desfilaba aparentemente alegre. Kiko Matamoros cree que las palabras de su compañera fueron "de desprecio" y Mila Ximénez aseguraba Rosa "se ha vestido de un personaje y no lo suelta".
Pasado el fin de semana, Rosa Benito reaparecía en 'Sálvame diario' entonando el mea culpa: "Me di cuenta el otro día que metí la pata", empezaba a decir. "Me pudieron las formas", admitía la colaboradora que añadía que ha pasado un fin de semana "bastante mal". A pesar de todo, Rosa no ha hablado con su marido: "No he hablado con él porque me ha dado hasta vergüenza", explicaba.
Tras unos minutos, Rosa explicaba el porqué de su reacción: "Cuando oigo a Mila que dice que está todo hecho yo... Ahí ya ni oigo ni veo, soy así por desgracia, tengo esas reacciones nefastas, porque son nefastas y reconozco cuando veo el viernes que meto la pata hasta la axila". La colaboradora tampoco ha escrito a su marido porque su intención era pedir disculpas del mismo modo que pronunció sus anteriores palabras: "quería venir aquí y ya que lo hice público quiero pedirle perdón (...) Desde aquí pido perdón y sobre todo a Amador porque en ese momento le hice mucho daño".
Además, reconocía que no podía decirle que guardara silencio: "él tiene todo el derecho de hablar, el jueves cuando empezó a llamarme gente de momento pensé 'pero ¿qué es lo que ha dicho?' porque había oído otra película".
Sin embargo, no entiende la actitud con la que sus compañeros se dirigieron a ella el pasado viernes 19 de octubre: "me pusieron que ya me puede mucho que siempre estén dudando y que me pongan mentirosa, tendré muchos defectos pero mentirosa no". "Vi muy mal las formas de Matamoros, de Mila y creo que no se puede machacar tanto a una persona", decía Rosa aunque admitía: "la culpa es mía, yo fui quien metí la pata".
Dirigiéndose a Kiko Matamoros, quería aclararle que siempre ha respetado a su familia aunque entiende que su reacción motivara sus comentarios. Rosa reconocía entonces que, quizá, el problema sea ella misma: "pido perdón por mi reacción porque fue nefasta y quizás el problema lo tenga yo, quizá la que tiene que ir a un psicólogo soy yo porque yo, no sé… "
"¿Pero un problema con Amador?", le preguntaban y ella negaba: "Creo que es conmigo misma, me molesta todo, quiero estar sola y a la vez no quiero estar sola, lo echo en falta y de momento tampoco..." Por esta serie de dudas, Rosa cree que tiene un problema que tiene que consultar para "sacarme lo que llevo por dentro".
"Yo soy el problema porque sé que si me presento en Chipiona y sé que mi marido me cogería con los brazos abiertos y no me reprocharía nada de lo que se ha dicho aquí porque él es muy buena gente", reflexionaba Rosa, por eso, cree que quizá sea ella la que no está preparada: "no sé por qué, pero soy yo el problema. Y ese es el problema gordo. No tengo otro problema".