Rosa Benito tenía previsto realizar una entrevista a su cuñado, José Ortega Cano en su finca 'Yerbabuena'. Sin embargo, el encuentro nunca tuvo lugar aunque sí la entrevista que el diestro tenía previsto conceder a Mª Teresa Campos en el programa '¡Qué tiempo tan feliz!'.
La colaboradora de 'Sálvame' arrancaba el programa explicando que la entrevista que tenía previsto hacer al diestro "se la pide Amador [el marido de Rosa Benito] el día que torea Julio Aparicio". Benito continuaba explicando que Ortega no quería que se tocara un tema "y yo no lo iba a tocar".
Sin embargo, el jueves 17 de mayo, Rosa recibió una llamada: "me llama mi cuñado para pedirle el teléfono de la gente de '¡Qué tiempo tan feliz!' porque no estaba bien y quería quitar esa entrevista y le dije: '¿Lo nuestro también?', y dice 'no lo tuyo se va a hacer', llamo a Saúl [coordinador de la redacción de 'Sálvame'] y digo 'mira Sául que José quiere que vayamos' y Saúl se pone a hacer los preparativos".
"Os ha dejado con el culo al aire", se adelantaba Kiko Hernández; "pues sí", replicaba la aludida. Rosa continuaba con su relato: "Cuál es mi sorpresa que el viernes me llama su cuñado, Aniceto, que hacía cuatro años que no hablaba con él (…) Me dice que se va a quitar la entrevista". Pero Rosa no se declaraba dolida porque el encuentro no fuera a producirse: "no me llamó Ortega Cano que es lo que a mí me duele, lo que tenía que haber hecho Ortega es llamarme o a mi marido".
Pero ¿Por qué no le llamó ella? preguntaban diversos colaboradores, "no lo llamo porque me siento traicionada, dolida", replicaba, "¿Cómo voy a llamar a una persona que no me llama? A mí me duele". "Estoy bastante enfadada", continuaba diciendo, "teniendo una relación como tengo… Me siento mal".
Kiko Matamoros apuntaban entonces los motivos que podrían haber influido al diestro para declinar la invitación del programa: "Ortega en un momento dado cuenta eso a la familia Ortega y la familia le dice 'estos van a hacer negocio contigo,' ya va Rosa a apuntarse el tantito, Amador va a quedar como los grandes y entonces ante las presiones de la familia, Ortega se pliega a lo que piensan".
Rosa Benito retomaba la palabra para aclarar que, con esta entrevista, no iba a lucrarse: "Ni yo me iba a llevar un duro, ni él iba a cobrar nada". Y, para concluir, decía: "Yo que he sido una persona que siempre le he defendido, lo que me ha hecho es indefendible".