'Sálvame' descubrió que Lydia Lozano y Kiko Matamoros podrían haber tenido más que palabras cuando apenas eran unos adolescentes. El colaborador lo confirmó pero Lydia Lozano lo negaba. A tanto llegó su negación que Kiko se ofrecía a someterse a un polígrafo de manera gratuita y demostrar su verdad. Y así lo hizo, el polígrafo determinó que Kiko Matamoros no mentía cuando aseguraba haber tenido una relación íntima con la colaboradora de 'Sálvame' aunque con matizaciones dado que esto puede abarcar desde un beso hasta un encuentro sexual.
Las matizaciones no fueron suficientes para Lydia Lozano que inmediatamente después de saber el resultado expresaba un deseo con determinación: "quiero someterme a una pregunta del polígrafo" y así demostrar su verdad: "yo no he estado nunca con este señor".
Por fin ha llegado el día, "llevo muchos años aguantando esta broma insoportable", decía la colaboradora esperando que acabara. Entonces, Jorge Javier Vázquez formuló la pregunta que previamente había respondido Lozano ante el polígrafo: "¿Estimulaste alguna vez el miembro reproductor masculino de Kiko Matamoros?", muy concreta, sin duda, al igual que la respuesta de Lydia Lozano: "no", rotundo.
Y por fin llegó la hora de la verdad. Tras muchos preámbulos Concha, la poligrafista, desvelaba que Lydia Lozano decía la verdad. La colaboradora guardaba silencio y Kiko Matamoros optaba por la broma. Sin embargo el tono, minutos después, varió sensiblemente. El colaborador tomaba la palabra para decir: "Si me lo permites, voy a dejar de hacer el payaso y voy a jugar limpio, mucho más limpio de lo que juega Lydia Lozano".
Matamoros explicaba que, evidentemente, "hay una contradicción", comentaba que él había aludido a "una manipulación, un toqueteo, una tontería", sin embargo, Lydia Lozano había negado tajantemente todas sus palabras: "Lydia lozano ha negado desde el principio que hubiera sido verdad que hubiera estado en su casa, en su habitación, tumbado en su cama y que estuviera una amiga suya y ella 'jugando". Continuaba aclarando que durante la sesión de hipnosis utilizó un término para definir estos juegos "no sé, si ese estado traicione el subconsciente o por una simplificación del lenguaje" pero matizaba que su intención "en ningún caso fue herirla ni faltarle al respeto".
Concluía diciendo: "esa es mi verdad y mi polígrafo dice que esa es la verdad" decía mientras Conchita le daba la razón, y continuaba: "verdad que contradice públicamente todo loque esta señora ha estado manteniendo". "Lydia, torticera y sagazmente propone una pregunta que sabe que efectivamente le va a decir que dice la verdad porque como bien sabe la poligrafista la cosa pasó de una manipulación tonta, torpe y ahí quedó la historia".
"Lo juro en serio, por la memoria de mi madre por mi salud que no etoy faltando a la verdad", prometía Matamoros, pero reconocía que la situación "se está pasando de madre". Eso sí tenía muy claro que seguiría defendiendo su verdad: "si mantienes que es mentira, si lo sigues manteniendo, de verdad que me voy a someter a un polígrafo de arriba abajo con los mejores medios que hagan falta".