Todo comenzó con el abrazo de Kiko Hernández y Belén Esteban en el Deluxe. Los colaboradores llevaban sin hablar y sin verse desde que tuvieron un gran enfrentamiento en plató. Tras él, Belén decidió alejarse de la televisión, se sometió a tratamiento psicológico y, tras tres meses, reaparecía. Ella declaraba haber vivido en una espiral difícil pro que ahora solo es adicta a la vida. Uno de los momentos más esperados era el reencuentro con Kiko Hernández, pero no hubo discusión, sino un largo abrazo.

Pasado el fin de semana Kiko había reflexionado. Declaraba que entendía a Belén porque él tampoco estaba pasando por una época fácil en su vida aunque matizaba que sus problemas eran otros. El colaborador estaba al borde de las lágrimas pero no quería dar más detalles pero un día después decidía explicarlas para que no hubiera malos entendidos. Kiko contaba que él sabía cuáles eran los problemas de Belén y, aún así, rehusó hablar con ella durante su ausencia. Pasado el tiempo Kiko se arrepiente, tacha su comportamiento como de un "sinvergüenza" y añadía que su reacción se debe a su situación.

Hernández anunciaba que psicológicamente lo está pasando "muy mal", cree que tiene la solución y parecía haber tomado una decisión. Sin embargo, no la comunicaba y, por petición de Jorge Javier Vázquez, de sus compañeros y de la dirección del programa, accedía a tener una reunión con la cúpula de la productora antes de tomar una decisión.

La noticia sorprendía y dejaba sin palabras a sus compañeros, que, un día después, valoraban lo sucedido en el plató. Mientras Kiko Hernández se reunía en con la cúpula del programa, muchos mandaban mensajes de apoyo y Mila Ximénez no podía evitar las lágrimas: "me siento mal porque no me he dado cuenta tampoco". La colaboradora se declaraba "hecha polvo" y añadía que para ella, el sentido del humor que tiene Kiko ha sido fundamental a la hora de trabajar porque si no, "nos volveríamos locos". "Para mí, Kiko es una pieza fundamental en este programa, más que ninguno", continuaba diciendo; "yo sí me he quedado muy sola, me he quedado muy huérfana, espero que se arregle y vuelva cuanto antes (...) Que no esté aquí me rompe el alma, porque me hace mucha falta".

Mientras tanto, Kiko Matamoros aconsejaba a Kiko que no se alejara, cree que su vida tiene que ser lo más normal posible y esto incluye su trabajo: "lo que tenemos que hacer entre todos, no está mal que se coja unos días pero pocos, y lo que tiene que hacer es integrarse a la vida laboral con normalidad, tratarse el problema que tenga ahora que está en embrión que es la forma de que no vaya a más y ayudarle entre todos".

La reunión terminaba y el programa comunicaba la decisión. Omar Suárez, situado en el lugar donde ha tenido lugar la reunión, la transmitía: "asegura estar pasando por un momento muy malo, lleva mucho tiempo sin poder dormir, está deprimido y no sabe muy bien las causas", empezaba a decir. Por todo ello, anunciaba que el pasado cuatro de diciembre fue "la última aparición de Kiko Hernández en ‘Sálvame’ por el momento". El colaborador quiere ponerse en manos de un terapeuta, quiere recuperar su forma de ser, su carácter: "Nunca ha faltado a su cita, quiere ser el Kiko de siempre, la mala noticia es que de momento Kiko Hernández deja nuestro programa", concluía.

Sus compañeros recibían la noticia con tristeza. Todos tomaban la palabra para apoyarle. Coinciden en denifirle como uno de los pilares fundamentales, imprescindible en 'Sálvame'. Algunos le aconsejaban que se alejara de todo para recuperarse, pero Matamoros y Terelu le recomendaban que viva de la forma más cercana a la normalidad y le pedían que no se encerrara en sí mismo. Finalmente, tras un largo silencio, con un aplauso pedían a Kiko que primero se recuperara y luego que volviera pronto: "El mayor homenaje que se le puede hacer es continuar con el programa. Y a partir de ahora a trabajar todos", concluía Mila Ximénez.