Después de haber narrado, en los episodios anteriores, cómo fue el “terrorífico” proceso de divorcio que vivió para alejarse de Antonio David Flores y de contar cómo rehízo su vida junto a Fidel Albiac y el aparatoso accidente de tráfico que ambos tuvieron, Rocío Carrasco retoma el relato de su impactante biografía y habla de la relación y la muerte de su padre, Pedro, que sufrió un infarto en su domicilio en el año 2001.
Después del accidente de coche que tuvo con Fidel Albiac y de dejar de hablar a su padre durante más de un año porque éste le “sacó las maletas” de la casa a Fidel mientras ella estaba en coma en el hospital, en enero de 2001, Rocío y su padre tuvieron una conversación donde él le pidió perdón a Fidel, a ella, le dijo lo mucho que la quería y le dio una explicación de lo que había hecho: “Estando yo en coma, él tenía miedo de que Fidel fuera igual que el padre impío”.
Pocos días después de esa última conversación, Rocío y Fidel se marcharon a pasar unos días a Sevilla y es allí donde recibieron la llamada con la noticia de la muerte de Pedro.
"Yo salí a hacer unas compras y, cuando llegué, Fidel me dijo que a mi padre le había dado un infarto. Yo le contesté que no pasaba nada, porque estaba con Raquel y que nosotros iríamos al día siguiente al hospital. Entonces, él me miró y movió la cabeza, y yo ya entendí que estaba muerto. Con él, se fue una parte de mí", ha concluido Rocío.