Rocío Carrasco narra en el nuevo episodio de su serie documental qué pasó tras el reparto de la herencia de su madre, Rocío Jurado. Asegura que no sabía que ella iba a ser la heredera universal y acusa a su familia de "unirse" con la persona que "más daño" les había hecho, tanto a ella como a su madre.

El 25 de junio de 2006 se produjo la apertura del testamento de Rocío Jurado. La albacea, una amiga de la cantante, se puso en contacto con los herederos para citarles y hasta allí acudieron José Ortega Cano, Amador Mohedano, Rosa Benito, Gloria Mohedano y su marido, pero Rocío cree que había demasiada gente: “Teníamos que estar su hermano, su hermana, su marido y yo”.

A sus hermanos les dejó fincas y a ella la convirtió en heredera universal: “Yo ni lo sabía ni lo quería saber ni me interesó”. Y la herencia se convirtió en motivo no solo de disputa, también de ruptura: “Con mi familia, a partir de ese día, pasa que termina explotando”.

Pero más que cada uno por su camino, se fueron “muchos juntos” y les acusaba de ir en su contra: “Al final lo que hacen es unirse a la persona que más daño le ha hecho a su hermana en vida, a su mujer, a su sobrina y a la hija de tu mujer”.

Aludiendo al padre de sus hijos, Rocío dejaba claro que aunque va “fardando” de que Rocío Jurado lo quería mucho, en realidad era al contrario: “La tenían que matar antes para que viera un duro de ella”.

Pero ¿Por qué Rocío Jurado no dejó nada a sus nietos? Rocío lo tiene claro, así lo quiso su madre. Además, nos decía de su hija Rocío: “Ella, por no tener de su abuela, no tiene ni a la que parió su abuela y no lo tiene porque lo ha decidido ella”.

Y es que, tras la muerte de Rocío Jurado, empezaron los problemas entre madre e hija. Rocío empezó a notar cambios, al principio sutiles, casi imperceptibles, cosas de poca importancia como una mala contestación.

Pero a medida que fue pasando el tiempo, se dio cuenta de que no estaba bien a nivel emocional y el motivo no era la muerte de su madre: “Yo me estaba encontrado en situaciones antinatura, se aprovecha la muerte para seguir cargando, para ponerme de mala madre, para decir lo que le daba la gana…”