Simone aparecía en la habitación de Sthefany en Villa Playa muy juguetón y con ganas de juerga… pero ella tenía claro que lo que quería era echarse la siesta.
“No puedes estar sin mí, ¿eh? Que cab*** eres”, bromeaba ella al verlo entrar. “¡Venga! a dormir un ratito, que siempre estás... activado”, le decía Sthefany al notar las intenciones de Simone.
“Tienes muchas ganas de mí, lo sé ya…”, comentaba él. “Estás ya al límite”, decía ella mientras levantaba la sabana y se quedaba sorprendida. “Simone, ¿en serio? ¡Madre mía!”, aseveraba entre risas.
Pero Sthefany lo tenía claro: “Yo voy a dormir, de verdad. Yo no quiero ir a la hoguera y tú, en vez de estar dándome ánimos, estás ahí…”.