Érika y Álvaro avanzan a pasos agigantados en 'Villa Playa'. Érika iba a ser clara y sincera con Eros tras la entrada de Álvaro: la de Palma de Mallorca tenía claro a quién quería tentar y así se lo transmitía a la pareja de Bayan. Por su parte, Álvaro se llevaba más de un disgusto con Eros, al también confesar en más de una ocasión que Érika era su prototipo total. Pues bien, en la última entrega de 'La isla de las tentaciones, Érika y Álvaro han tenido un sensual acercamiento en la piscina de la villa, lleno de confesiones.
"¿Tú que piensas de nosotros si no tuvieras pareja?", le preguntaba Érika a Álvaro. El joven valenciano se sinceraba como nunca antes, con una mirada cómplice: "Me atraes". Pero no termina de creerse del todo a la tentadora: "No sé si podría tener algo contigo porque no sé si confiar en ti". Y es que Álvaro no se fía puesto que Érika ya ha estado con Eros anteriormente: "Te has liado con otro chico en esta villa...".
Érika achacaba su cambio de decisión a que no le conocía todavía: "No me puedes juzgar por eso porque no sabía de tu existencia. Pues mira, ¿sabes lo que pienso? Que no deberías de tener novia y deberíamos de estar conociéndonos tú y yo... libremente. Porque somos dos chicos súper alegres y súper divertidos y nos lo pasaríamos súper bien". Tras estas palabras, la parejita se acercaba muchísimo. Casi al borde del beso. Y es que la conexión y el feeling que sienten el uno por el otro es real y se nota.
Durante la última entre de 'La isla de las tentaciones' hemos visto más de un acercamiento entre Érika y Álvaro en la villa. En un momento dado, Érika le recordaba a Álvaro que es gogo y le dejaba claro que "solo le baila a él". Y así se lo demostraba: "Te hago así". De hecho, en un momento dado se daba cuenta de algo raro... "¿Qué estoy notando por ahí? Es el pantalón, ¿no?". Y es que la complicidad de los dos es total.
"¿Quieres dormir aquí?", le preguntaba Álvaro a Érika, dando pie a una conversación muy sincera entre los dos hablando de lo importante que es dormir con alguien para ellos. "Dame un beso de buenas noches", le pedía Érika, para añadir un "me encantas mucho". Tras estos acercamientos, hay una cosa clara: los dos se van a seguir conociendo y van a fluir sin hacer caso a nada más que a sus sentimientos.
