La llegada de Álvaro ha marcado un antes y un después en 'Villa Montaña'. Al incorporarse más tarde a la aventura, todos los chicos habían avanzado con sus tentadoras favoritas. Pero el novio de Alba se sentía atraído precisamente por Érika y Gabriella, las solteras que habían hecho caer en la tentación a Eros y Montoya.
Con el paso de los días, la atracción era más que evidente entre Álvaro y Érika, tanto que esto ha supuesto un pique de Eros con su novio compañero y con la soltera con la que había sido infiel a su pareja.
El novio de Bayan se ha quedado sin tentación y ha roto a llorar durante una de las comidas en la villa. Claudia se acercaba a él y le preguntaba por Érika: "No me siento bien para estar con ella. Quiero estar solo, pensar en mí, recuperarme", le decía.
Claudia le daba la razón: "Ahora mismo es que se te van a juntar demasiadas cosas y para qué". "No me nace, creo que no estoy preparado para…", continuaba él, reconociendo que tal vez todo había ido muy rápido.
Al caer la noche, Eros y Claudia continuaban con su conversación, esta vez en la cama, y él se abría en canal: "Yo al principio me fijé en ella y me ha salido rana. No me arrepiento de haber caído en la tentación, porque al final yo lo hice de corazón, yo lo sentí así. Pero me arrepiento de que haya sido ella, porque al final me ha mentido en la p*** cara, ha intentado quedar bien, ha ido de falsa… Me ha tachado de loco y de celoso".
Ante esta situación, Érika decide acercarse a Eros y preguntarle si está bien. Él le responde que sí bastante tajante. "Sé que no confías en mí, pero me puedes contar si estás mal. Lo siento mucho, me siento súper mal", insiste ella. "No pasa nada, Érika, al final las cosas se han dado así, no tengo rencor y no te voy a echar nada en cara", le responde él.
No obstante, el novio de Bayan le deja claro que ahora necesita espacio: "Tienes que entender que no me apetece estar a tu lado, no me apetece hablar contigo, me apetece estar distante contigo porque ahora tengo otra imagen de ti. Estás rayada porque no tienes la conciencia tranquila de haber hecho las cosas bien".
"Eres un pedazo de tío y a mí no me ha salido seguir conociéndote. Me estás dejando de mentirosa cuando tú tampoco eres el mayor santo del planeta", le responde ella defendiendo su postura. Pero esto solo les lleva a empeorar aún más la conversación: "Si te vas a alterar y me vas a hablar así, vete. No tengo nada más que hablar contigo, Érika, te puedes ir yendo", zanja un Eros de lo más tenso.