La gala de este jueves comenzó con la presencia de seis finalistas: Edi, Juan, Nerea, Violeta, Óscar y Ruvens. Pero iba a terminar de una manera muy distinta. Dos de ellos se iban a quedar a las puertas de vivir la última semana de concurso en la casa de Guadalix.

Tras una primera expulsión en la que la audiencia decidía que fuera Nerea quien abandonara la casa, llegaba el momento de vivir una segunda. Otro concursante iba a unirse a la madrileña y tampoco iba a vivir la gran final del próximo jueves 19 de diciembre.

Tras la expulsión de Nerea, Jorge Javier les pedía a los cinco restantes que acudieran de nuevo a la sala de expulsión. Allí, comenzaba a transmitirles el resultado final de la votación. "La audiencia ha decidido que debe continuar en 'Gran Hermano'… ¡Ruvens!".

"Gracias, de corazón. Mil gracias a todos. Gracias por la segunda oportunidad, por llegar hasta aquí, no me lo esperaba, os quiero", decía emocionado.

Tras el nombre de Ruvens, llegaba el de Juan, que tampoco dudaba en mandar un mensaje de agradecimiento: "Muchas gracias, de verdad. No me lo esperaba. Agradecer a toda la gente que ha confiado en mí y que valora mi evolución en el programa. Esto es un sueño, es especial".

Momentos más tarde, Jorge Javier pronunciaba el nombre de Óscar. Todo quedaba entre Edi y Violeta. Ella rompía a llorar y él trataba de consolarla sin éxito: “Tengo miedo de perderle. Hay una diferencia de edad grande y una distancia grande”. La pareja iba a separarse sí o sí y lo iba a hacer con un duelo entre ellos.

Antes de descubrir la decisión de la audiencia, y después de haber repasado junto a ellos sus últimas horas juntos, Jorge les lanzaba una pregunta determinante: "¿Os consideráis pareja?". El gallego tomaba la palabra: "Prácticamente sí. Simplemente queda ahora salir, queda muy poquito y ya nos imaginamos cosas fuera. Sí, ¿por qué no?". Por su parte, Violeta coincidía: "Sí, por supuesto".

Pero el tiempo se agotaba y Jorge Javier les enseñaba el sobre. Había llegado el momento. Mirándose a los ojos y agarrándose las manos, escuchaban el veredicto: "La audiencia ha decidido que debe abandonar 'Gran Hermano'... ¡Edi!".

Automáticamente, Violeta empezaba a llorar desconsoladamente. "Aguanta. Escúchame, yo voy a estar contento. Quiero que aguantes y que la gente sepa quién eres. Te quiero mucho", le pedía él entre besos y abrazos. "Toda la gente que me ha apoyado a mí hasta ahora, que por favor voten por Violeta, se merece ganar". Finalmente, le acompañaba hasta la puerta del salón, donde se despedían definitivamente.