Claudia Martínez está muy emocionada con la idea de participar en 'Supervivientes 2024' junto a su novio, Mario González, aunque le ha reconocido a su legión de seguidores de Instagram que tiene ciertos temores y preocupaciones porque no sabe cómo reaccionará al verse en una isla desierta, motivo por el que ha estado yendo a terapia durante los últimos meses, con el fin de estar preparada mentalmente para la aventura.

Pero este no es el único dato que la exparticipante de 'La isla de las tentaciones' ha compartido con sus seguidores, pues también les ha contado que la oferta para participar en el reality de Telecinco le llegó cuando estaba de camino a un evento de influencers y se encontraba en el autobús junto a muchos compañeros de profesión. Esa situación fue complicada para ella porque nadie se podía enterar de la noticia y tenía que disimular el torrente de emociones que hervía dentro de ella durante todas las horas que duró el evento.

Sí se lo pudo contar a Mario por WhatsApp y a su representante, que estaba a su lado en el autobús, no tuvo que verbalizarle lo que estaba ocurriendo porque la entendió "con solo una mirada". Finalmente, pudo aguantar todo el evento disimulando delante de sus compañeros de profesión y cuando llegó a casa a la una de la madrugada habló por teléfono con su novio, aunque no pudo llamar a sus padres para darles la noticia porque estaban ya durmiendo, algo que la apenó porque es muy familiar y necesita contárselo todo a ellos, que son sus máximos apoyos: "Lo que más voy a echar de menos va a ser no poder hablar con ellos y saber si están bien y si mis perritas lo están. Y obviamente la comida, que yo como un montón aunque no lo creáis".

La extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' también le ha contado a sus 'followers' que la única preparación que ha tenido han sido unas sesiones con su psicóloga y algún entrenamiento en el gimnasio con Mario, pero que no ha querido ir a clases para hacer fuego o aprender los mejores trucos para vencer en la prueba de la apnea porque quiere vivir la experiencia de la forma más virgen posible: "Es verdad que fuimos un par de días a la piscina Mario y yo pero literal que solo estuvimos diez minutos porque hacía un frío que te mueres".