Asraf ha bajado los brazos y se ha ido a dormir. La ganadora de la noche es Elena. Marta intenta convencerla de que se vaya a dormir: "Mírate al espejo.... Estás haciendo el ridículo...Das pena...¿Tú qué vida tienes fuera?", pregunta López. "Pues un rollo", responde Elena. Acto seguido, el súper quita la música y ambas por fin se van a dormir. En este punto, me despido ¡Buenas madrugadas!

Elena no pierde fuelle: baila hasta las canciones más lentas y desconocidas. "Yo soy Pedro y te veo así y no hago la llamada"; bromea Marta. "A lo mejor por eso estaba raro", concluye la taxista.

Asraf ya no puede más y le ofrece a Elena la posibilidad de irse a dormir, pero la taxista se niega. Entonces el modelo también se queda. Se han tomado al pie de la letra ese principio de que Gran Hermano se gana de noche. Como si fuera una batalla a vida o muerte se resisten a abandonar la fiesta.

Hace ya un par de semanas desde que Asraf y Elena concursan por separada, pero en las fiestas parece que tienen un pacto de aguantar hasta el final e irse los últimos a la cama. Mientras el personal está en retirada, el dúo fiestero sigue en pie.

Las fuerzas empiezan a escasear y gran parte del personal sigue la fiesta desde el sofá. En un momento dado, irrumpen en escena Marta y Elena que estaban en el confe y se ponen a bailar un tema de Los Secretos.

Ana María habla con aroma a despedida: "Mi último pan frito", le dice a Manuel. El andaluz niega y manifiesta su deseo de que no se vaya mañana. "Tú para mí has sido muy importante aquí", añade él. "Tú me has dado mucha vida", corresponde ella. Luego hablan del destino. Manuel cree firmemente en el y por eso no cambiaría a ninguno de sus compañeros. "Yo también creo mucho en el destino y por eso no estoy en la cama llorando"; concluye Ana María.

Keroseno le pregunta a Ana María si se ve fuera y la respuesta es afirmativa. "Pero me lo voy a pasar muy bien", añade. Keroseno cree que la cosa está entre ella y Mayka.

Después de ponerse las botas, el personal vuelve a la pista de baile y lo da todo, sobre todo Marta que canta a voz en grito todo lo que le echen.

Marta comenta que ha engordado mucho en la casa: "Antes de entrar pesaba 55 y ahora unos 60. Es mucho porque soy enana y mido 1'60", explica. "Eres una exagerada", reacciona Keroseno. "Ya me lo dirás cuando me llames fuera y me preguntes cuánto peso.... Porque yo sí te voy a coger el teléfono", sentencia Marta.

La fiesta empieza a decaer y que mejor manera de reponer fuerzas que darse un festín en la cocina. El personal se pone a hacer huevos, salchichas y lo que haga falta para saciar el hambre.

Manu bromea sobre su relación con Keroseno. Recuerda que ya se han dado un pico y la cosa va a más. Keroseno recoge el guante: "Ha habido un abrazo", recuerda. Manuel asegura, en tono de broma, que el amor entre los dos se está imponiendo al pasado. "Estamos creando nuevas alianzas", añade.

MAyka no se encuentra con ánimo de bailar a pesar de los intentos de Manuel: "Venga, que puede ser tu última noche", le suelta el andaluz. Pero la rubia no se mueve de su asiento.

Marta y Ana María han mantenido una tensa rivalidad en la casa desde el primer día, pero ahora que suenan las canciones de flamenquillo que tanto les gusta, cantan al unísono.

Marta asegura que de las cosas que más satisfecha está en su vida es de sus amigos. Además, presume de ser muy buena en la faceta de la amistad. Manuel hace lo propio: "Pregúntale a mis amigos", suelta, pleno de confianza.

A pesar de las rencillas, cuando suena temas de flamenquillo, todos bailan y cantan al unísono. Buen rollo general en la fiesta.

El personal juega a pasarse un corazón, de boca en boca. Ana María y Lucía terminan por darse un pico sin querer y se parten de risa. Lucía explica que para ella el juego requiere mucho coraje porque a ella le da grima hasta compartir el cuchillo de la Nutella.

Tras la marcha de Ivana, Keroseno se ha hecho más íntima de Ana María. El performista no se despega de la rubia: primero le hacen una dedicatoria a Ivana conjunta, luego lo dan todo bailando y por último se funden en un abrazo.

Marta cuenta en voz alta la primera vez que se enamoró. El muchacho se puso de rodillas y le pidió que fuera su novia. "Estuve un año con él y diez años súper enganchada". Explica que para estar con él tuvo que dejar a un chico que no paraba de engañarla. Después, turno para Elena. Se enamoró de Juan Pablo, su profesor de matemáticas. Fue un amor platónico que nunca se consumó. Acto seguido, Ana María cuenta cómo se enamoró de Eladio. Lo conoció en una peluquería y le devolvió las ganas de vivir. A continuación, Keroseno cuenta su historia de amor con un chico que jugaba al fútbol y era amigo de su hermano. Una vez se quedó con él a solas con él en un cuarto. "Me puse de rodillas y mi hermano abrió la puerta. Según la abrió la cerró". Por entonces, Keroseno estaba con otro chico y revela que esa noche hizo doblete. Luego Lucía resume su historia de amor con Isaac. "Antes de entrar aquí estuve a punto de ponerme su inicial", relata. Llega el turno de Asraf, que habla de Isa. "No sabía lo que era el amor hasta que la conocí a ella", asegura.

Los concursantes salen del vestidor y se encuentran con el salón inundado de corazones, arcos de cupido, golosinas y piruletas y alas de ángel para celebrar la fiesta de San Valentín que tanto deseaban. Al momento, comienzan customizarse con los disfraces y a picar de las chuches.

En la suite, Manuel habla de la cantidad de cosas en común que tiene con su pareja Rocío, dice que ambos tienen un tatuaje muy parecido y que tienen las mismas aficiones. "Lo más importante es el respeto y la compresión, mas allá de lo que tengas en común con esa persona. Yo con la mía no tengo nada en común y mira", comparte Lucía.